Hacer la diferencia en la vida de las personas exige un compromiso que desborda los horarios de oficina, los recursos económicos y las ideas de cualquier organización, porque trabajar por el bien común incluye el bienestar de todos y, a simple vista, somos muchos ¡sólo en el Corredor Norte de Ibagué viven 40.000 habitantes! Por ello, sumar esfuerzos se convierte en la mejor estrategia para contribuir con el cambio social.

Sumar pues, es el verbo que identifica, asocia y moviliza a los líderes comunitarios, organizaciones sociales e instituciones que hacen presencia en el Corredor Norte de Ibagué (comunas 6, 7 y 8 y corregimientos 12 y 13); es la acción que ha detonado experiencias demostrativas de cambio en torno a la convivencia, la participación juvenil, el cuidado del medio ambiente y la generación de ingresos.

Hoy, los gestores de estos procesos que hacen parte de los Círculos de Convivencia, la Mesa para la Participación Juvenil de la Comuna 6, el grupo ambiental Superhéroes de la Limpieza del sector Hato de la Virgen y de la Asociación Héroes de Cultivo de San Bernardo, trabajan en asocio con la Fundación Social, una entidad civil, sin ánimo de lucro, que busca apoyar a las comunidades en busca de un mayor desarrollo, apoya sus proyectos colectivos y cree en las posibilidades de cambio del Corredor.

Ejemplo de este trabajo mancomunado, fue la transformación participativa de cuatro espacios públicos en el Corredor Norte de Ibagué, con el objeto de potenciarlos como nuevos puntos de encuentro para la convivencia y el ejercicio ciudadano.

El trabajo liderado por las organizaciones comunitarias de los barrios La Gaviota en la Comuna 6, Nazareth en la Comuna 7 y Jardín Santander y Nueva Castilla en la Comuna 8, todos con el apoyo de la Fundación Social, movilizó a 20 gestores sociales de 8 organizaciones comunitarias (parroquia San Vicente de Paul, Institución Educativa Ismael Santofimio, JAC Nazareth II, JAC La Ceibita, JAC Nueva Castilla I, JAC Nueva Castilla II y III, Nueva Castilla IV y JAC Jardín Diamante), 5 empresas afiliadas a la Andi y a 400 personas de las comunidades aproximadamente.

Todos se sumaron alrededor del mejoramiento de los murales interactivos para la participación de La Gaviota, junto a la Institución Educativa Ismael Santofimio; el parque infantil, teatrino y canchas deportivas de Nazareth, junto a la Institución Educativa Antonio Nariño; la entrada y separadores viales de Nueva Castilla, sobre la vía principal del barrio; y el muro ecológico para la recuperación de 500 metros lineales de ronda hídrica de la quebrada Hato de la Virgen.

Compartir la visión de un territorio con más y mejores espacios públicos impulsó a líderes y comunidades a participar activamente en todos los tramos del proceso, incluyendo la gestión de recursos y, al mismo tiempo, facilitó que dispusieran sus horas de descanso, madrugando o trasnochando, para participar en las jornadas de limpieza, pintura y siembra de los espacios priorizados.

Sin embargo, la recuperación de los espacios no se agota en la transformación física, este proceso incluye el importante reto de la apropiación para que el buen uso, cuidado y mantenimiento del espacio, sea sostenible en el tiempo, lo cual será la principal apuesta de los gestores y la Fundación Social para el año 2019.

A quienes se suman al cambio, gracias.