Luis Otero, la magia de ser comediante

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
Una caja de magia fue el inicio de todo. Tenía 12 años cuando recibió el mejor regalo de la vida, el que además de convertirlo en uno de los ilusionistas más importantes de América Latina, le permitió desarrollar habilidades comunicativas.

Oriundo de Caracas, lleva treinta y cinco años como artista, su proyecto de vida estuvo y sigue enfocado en la magia. Tras trece años de ensayos y presentaciones ante públicos familiares, en conjunto con tres magos realizaron el que fue su primer show, en un teatro de la ciudad. Tenía nervios, pero la satisfacción de hacer ilusiones y entretener a los espectadores lograron vencerlo. Por obvias razones ya está lejos de Venezuela, y desde que llegó a Colombia, se las ha arreglado para participar en diferentes escenarios y romper fronteras con su arte.

En sus primeros años de artista, sus shows eran netamente de magia, pero con el tiempo decidió incorporar la comedia en sus presentaciones. Gracias a que ha compartido escenarios con varios comediantes y magos, aprendió y amplió su repertorio.

Luis Otero es uno de los más respetados magos profesionales de América Latina. Se ha destacado en el Festival Internacional del humor de Caracol Televisión, en el famoso Club Magic Castle de Hollywood y en las Jornadas del Escorial en España, donde el Maestro Juan Tamariz invita a tan sólo 40 de las mentes más brillantes en la magia con cartas.

Luis expresa que para desempeñar dos disciplinas artísticas, se deben desarrollar habilidades cognitivas que logren conjugar herramientas de improvisación con ayuda de la aplicación de conocimientos previos, además de entender la necesidad de disfrutar y ser feliz con cada puesta en escena.

La felicidad es componente clave de este artista, que se enorgullece de su labor y profesión. Entiende que cuando su oficio es entretener a la gente, se debe presentar en el escenario el niño que se lleva en el interior, de forma tal que todo se vea con inocencia y candidez. Otero asegura que para hacer magia se debe creer en lo que se hace, para hacer comedia se debe contextualizar lo que se vive de tal manera que el espectador se sienta identificado, cuando esto se compacta no se sufre de nerviosismo, sólo se prioriza el conectar con la audiencia.

Sus actos se caracterizan por la constante interacción con el público, expresado en la convicción con la que realiza cada espectáculo. “La esencia de un artista parte de la respuesta de la audiencia, si no hay respuesta, uno se pregunta ¿qué paso?”. Para Luis Otero, lo más valioso en su carrera es lograr que se identifiquen con él y lo que cuenta. 

El consejo de este mago venezolano para todas las personas que busquen su vocación, es ser feliz, a partir de ahí ya todo cambia. Independiente a lo que se quiera hacer, el mensaje es el mismo, creer en las capacidades, ser autentico, estudiar y ampliar todo el conocimiento posible sobre el campo acción. Si resulta compleja la credibilidad en cualquier oficio, es del doble de difícil lograrla siendo mago, pero la práctica hace que funcione todo lo que alguien se proponga, definitivamente, hace al maestro. 

Otero entiende que el mundo del entretenimiento es feroz, pero afirma que al que le gusta le sabe. “Si no llega a salir un truco de magia, por medio de la comedia, se puede sacar provecho y convertir una falla en algo exitoso”, comenta con una amplia sonrisa. Está preparado para lo que se viene, pues tiene en sus manos la responsabilidad de dar el cierre, junto con el comediante Diego Mateus, a la 21° versión del Festival Internacional de la Oralidad Mundopalabra, en su versión 2019. 

Luis Otero, la magia de ser comediante

Una caja de magia fue el inicio de todo. Tenía 12 años cuando recibió el mejor regalo de la vida, el que además de convertirlo en uno de los ilusionistas más importantes de América Latina, le permitió desarrollar habilidades comunicativas.

Oriundo de Caracas, lleva treinta y cinco años como artista, su proyecto de vida estuvo y sigue enfocado en la magia. Tras trece años de ensayos y presentaciones ante públicos familiares, en conjunto con tres magos realizaron el que fue su primer show, en un teatro de la ciudad. Tenía nervios, pero la satisfacción de hacer ilusiones y entretener a los espectadores lograron vencerlo. Por obvias razones ya está lejos de Venezuela, y desde que llegó a Colombia, se las ha arreglado para participar en diferentes escenarios y romper fronteras con su arte.

En sus primeros años de artista, sus shows eran netamente de magia, pero con el tiempo decidió incorporar la comedia en sus presentaciones. Gracias a que ha compartido escenarios con varios comediantes y magos, aprendió y amplió su repertorio.

Luis Otero es uno de los más respetados magos profesionales de América Latina. Se ha destacado en el Festival Internacional del humor de Caracol Televisión, en el famoso Club Magic Castle de Hollywood y en las Jornadas del Escorial en España, donde el Maestro Juan Tamariz invita a tan sólo 40 de las mentes más brillantes en la magia con cartas.

Luis expresa que para desempeñar dos disciplinas artísticas, se deben desarrollar habilidades cognitivas que logren conjugar herramientas de improvisación con ayuda de la aplicación de conocimientos previos, además de entender la necesidad de disfrutar y ser feliz con cada puesta en escena.

La felicidad es componente clave de este artista, que se enorgullece de su labor y profesión. Entiende que cuando su oficio es entretener a la gente, se debe presentar en el escenario el niño que se lleva en el interior, de forma tal que todo se vea con inocencia y candidez. Otero asegura que para hacer magia se debe creer en lo que se hace, para hacer comedia se debe contextualizar lo que se vive de tal manera que el espectador se sienta identificado, cuando esto se compacta no se sufre de nerviosismo, sólo se prioriza el conectar con la audiencia.

Sus actos se caracterizan por la constante interacción con el público, expresado en la convicción con la que realiza cada espectáculo. “La esencia de un artista parte de la respuesta de la audiencia, si no hay respuesta, uno se pregunta ¿qué paso?”. Para Luis Otero, lo más valioso en su carrera es lograr que se identifiquen con él y lo que cuenta.

El consejo de este mago venezolano para todas las personas que busquen su vocación, es ser feliz, a partir de ahí ya todo cambia. Independiente a lo que se quiera hacer, el mensaje es el mismo, creer en las capacidades, ser autentico, estudiar y ampliar todo el conocimiento posible sobre el campo acción. Si resulta compleja la credibilidad en cualquier oficio, es del doble de difícil lograrla siendo mago, pero la práctica hace que funcione todo lo que alguien se proponga, definitivamente, hace al maestro.

Otero entiende que el mundo del entretenimiento es feroz, pero afirma que al que le gusta le sabe. “Si no llega a salir un truco de magia, por medio de la comedia, se puede sacar provecho y convertir una falla en algo exitoso”, comenta con una amplia sonrisa. Está preparado para lo que se viene, pues tiene en sus manos la responsabilidad de dar el cierre, junto con el comediante Diego Mateus, a la 21° versión del Festival Internacional de la Oralidad Mundopalabra, en su versión 2019.

Credito
ALEJANDRA CAVIEDES

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