“Debemos mirar cómo estamos hablando y cómo empleamos la ética de la palabra”, Carmen Millán

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En el hotel Estelar Altamira se llevó a cabo el Taller Tejiendo Territorios, organizado por el Cepal, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas, con la participación de diferentes organizaciones sociales que también velan por el desarrollo sostenible con igualdad.

La programación, contó con varios ponentes, entre ellos el rector de la Unibagué, César Vallejo; directivos de la Cepal en Bogotá, Héctor Galeano, Waldor Arias, del Festival Petronio Álvarez; Hugo Rincón, de Tolipaz; Yesid Henao, de la Fundación Grupo Social y Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo, entre otros representantes de instituciones.

El propósito de este encuentro fue poner en la misma mesa temas que competen el diálogo sobre vínculos rurales y urbanos para el desarrollo inclusivo en Colombia, por esa razón dentro de las conferencias se discutió saber los mapas de paisajes sociales, las ferias y ferias que construyen identidades de los pueblos, la educación, el medio ambiente y los pensamientos estratégicos y creativos para recuperar y mantener los tejidos comunicativos en los territorios.

Y, lo anterior, debido a la diversidad de las prácticas de las que habló Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo, con su conferencia ‘Patrimonio linguístico sobre la consolidación de los territorios’ y que refirió a esta redacción.

“Contar acerca del trabajo que adelanta el Instituto Caro y Cuervo, porque la gente piensa que el idioma de Colombia es únicamente el español y resulta que hay 65 lenguas indígenas, y dos lenguas criollas, así como la de los gitanos y la de señas colombianas, así que al desconocer estas posibilidades culturales hay que conocer las maneras de decir las cosas”.

Además, contó de la importancia que tiene la manera como se comunican las cosas en aquellas ‘colombias’ tan diversas y en geografías rurales y urbanas.

“Tratamos de evitar las metáforas bélicas porque nos contaminamos (...) el lenguaje es un tejido muy sensible. Debemos mirar cómo estamos hablando y cómo empleamos la ética de la palabra, de cómo tenemos muchísima variedad de terminología, muchísimas formas de decir las cosas y poder construir diálogo con el otro siempre y cuando tengamos el ánimo de cerrar el circuito de comunicación”, enfatizó.

Credito
REDACCIÓN CULTURAL

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