“Mi virtud es la mala memoria para las ofensas”: Adriana Magali Matiz

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
La exgerenta de Infibagué asegura que su distanciamiento con ‘Chucho’ Botero es simplemente político, que no se arrepiente de haber apoyado a la Alcaldía a Luis H, que aspirar al máximo cargo de la ciudad no está dentro de sus planes a corto plazo y que el expresidente Álvaro Uribe no es regañón.

El buen desempeño que ha demostrado la abogada y magíster en Gobierno municipal, Adriana Magali Matiz Vargas le ha hecho forjarse un nombre en las altas esferas de la política. Hoy funge como asesora de la UTL del senador Ernesto Macías Tovar, cargo que asumió tras hacer parte de la campaña al Senado de Luis Fernando Caicedo, haber sido entre otros, Contralora de Ibagué y gerenta de Infibagué, este último bajo el gobierno de Jesús María Botero.

Ella, que como las miles de mujeres que están en el campo laboral ha tenido que aprender a distribuir su tiempo para lograr un verdadero balance entre su vida profesional y personal, es la invitada a En la intimidad con... para comentar de sus pasiones, defectos y convicciones.

Dicen que las mujeres son caníbales entre ellas mismas. ¿Lo piensa así?

No, en lo absoluto. Las rivalidades que son a lo que nos podríamos referir no distinguen sexo.

¿Alguna vez ha sentido que una mujer: compañera o colega le haya puesto traspiés?

No, nunca. He sido afortunada en que siempre las personas que han trabajado conmigo han sido solidarias y colaboradoras; de hecho mis mejores amigas han salido de los sitios donde he trabajado.

¿Y quiénes son sus mejores amigas?

Tengo muy buenas amigas, incondicionales, pero como no quiero que ninguna se quede por fuera prefiero dejar esta respuesta así.

¿Cómo acostumbra celebrar el Día Internacional de la Mujer?

En familia, con una muy buena cena y en compañía de mujeres que amo: mi madre, mi hermana y mi suegra.

Siendo tan ocupada ¿le dedica tiempo a sus amigas?

Procuramos reunirnos una vez al mes, siempre salimos a almorzar o a comer. Últimamente vamos al restaurante Tempura Nikkey.

Siempre se dijo que durante la administración de Jesús María Botero usted era la funcionaria que lo hacía brillar y que esto le género algunos celos con Martha Peña, ¿es cierto?

Es falso. Martha Peña es una gran mujer, inteligente, trabajadora, comprometida, siempre tuvo y tendrá mi admiración.

¿Por qué cree se pudo dar ese malentendido?

Ni ella ni yo pienso jamás sentimos eso. Considero mejor que fueron otras personas las que querían que las cosas se vieran así. Me gusta trabajar con gente que sea comprometida y entregada con su trabajo, porque yo soy así: apasionada con mi trabajo.

¿Quiénes considera que tienen más oportunidades de crecer en el trabajo, los hombres o las mujeres?

Pienso que actualmente y con todas las políticas que se han implementado para la inclusión e igualdad de la mujer, las oportunidades son las mismas, que se aprovechen más por unos que por otros es otra cosa, y pienso que la mujer sabe sacar mayores frutos a las oportunidades que nos dan.

¿Qué frutos ha sabido sacar a esas oportunidades?

He aprovechado cada oportunidad que Dios me ha dado, empecé como profesional universitario en mi primer cargo público y ascendí a directora. Cuando se me dio la oportunidad en la Contraloría, en Infibagué y ahora en el Congreso he hecho las cosas bien, ajustada a la ley, con transparencia y generando confianza.

Físicamente usted es atractiva, ¿cree que su apariencia le ha abierto puertas?

No. Mi primer cargo fue por concurso de méritos y mi buen desempeño fue el que me abrió muchas puertas. Además que mi primer jefe a quien quiero y siempre llevaré en mi corazón es Argenis Cuéllar, fue una gran maestra en mi vida.

Muchos creen que nació en cuna de oro, otros que se hizo a pulso: ¿quiénes tienen la razón?

En este país no se regala nada a nadie, no existen cunas de oro. El que quiere tiene que esforzarse al máximo y ese esfuerzo es el que siempre tendrá como resultado la consecución de metas.

Los que creen que nacieron en cuna de oro son los que cuando toman dos tragos empiezan a preguntar: ¿usted no sabe quién soy yo?

‘Desmemoriada’

¿Qué es lo más atrevido que ha hecho en su vida?

Lo más loco en lo profesional ha sido aceptar un proceso penal. Soy muy sentimental, y a los dos días renuncié al poder; en lo personal fue coger una maleta con mi esposo y salir a viajar sin rumbo quince días.

¿A qué proceso renunció?

A uno que me dio un empresario de Girardot que injustamente fue detenido.

¿Qué manía no ha podido dejar?

La limpieza

De su físico, ¿cuál considera su mayor atractivo y qué desearía poder esconder?

Mi mayor atractivo es mi sencillez y en la parte física creo que mis ojos. ¡Y no escondería nada!

¿A qué huele?

A Fantasy

¿Cuál es su mayor virtud y su principal defecto?

Mi virtud es la mala memoria para las ofensas de los demás y mi defecto, el ser obsesiva por el trabajo.

Su paso por la Contraloría, además de elogios y premios le dejó enemigos. ¿Quiénes la incluyeron en la lista de personajes no gratos?

Creo que no estoy en esas listas y si lo estoy, tengo muy mala memoria para recordarlo.

En la arena política

¿Cómo una mujer de estirpe liberal se vuelve uribista?

Cuando el partido en el cual siempre creí me cerró las oportunidades. Cuando fui a la Contraloría municipal, el único partido que se opuso fue el Liberal: de 19 votos en el concejo, 15 votaron por Adriana Magali Matiz Vargas y cuatro que eran los liberales no votaron.

¿Se lo ha reclamado su familia?

Mi familia me ha apoyado completamente en todas las decisiones que he tomado, porque ellos saben que siempre procuro hacerlo con razonamientos y no con apasionamientos.

¿Qué encontró en el uribismo que no haya visto en el liberalismo?

Encontré en el uribismo oportunidades sin intriga política, sin necesidad de padrinos.

¿Adriana Magali es tan radical como Álvaro Uribe?

Soy radical en lo que creo y en lo que profeso.

¿El senador Uribe es tan regañón como parece?

No es regañón, es estricto y un trabajador incansable.

¿Usted apoyó a Luis H.?

Sí lo apoyé

¿Se arrepiente de haberlo hecho?

No

¿Cree que con todos los problemas que ha tenido está administración el liberalismo pueda retener la silla?

Soy funcionaria pública y por eso me abstengo de opinar del tema político tan de frente.

Se ha dicho que usted aspiraría a la Alcaldía de Ibagué. ¿Lo ha pensado?

Sí. He tenido oportunidad de pensar en eso muchas veces, pero confío en los tiempos de Dios y no en el tiempo de los hombres.

¿En los tiempos del hombre que la ha detenido a lanzarse a hacer campaña?

Los proyectos son otros diferentes a la Alcaldía.

Apartada de ‘Chucho’ Botero

Su gestión en Infibagué representó elogios al gobierno de Jesús María Botero. ¿Hoy cómo es su relación con él?

Lo respeto mucho y siempre estaré agradecida por la oportunidad que me dio en Infibagué, donde conocí personas maravillosas y pude hacer un ejercicio profesional del que me siento orgullosa.

¿Se reúnen, hablan o están distanciados?

Hace tiempo no hablamos. Estamos distanciados políticamente.

¿Le duele ese distanciamiento?

No, en lo absoluto, porque entiendo que estamos en orillas diferentes.

¿Ha buscado acercamiento?

Acercamiento político no, que quede claro que no tengo ninguna diferencia personal con ‘Chucho’ Botero, sino diferencias políticas.

En familia 

Con sus múltiples ocupaciones, ¿cómo ha hecho para que el matrimonio le funcione?

Llevo 15 años felizmente casada con Andrés Buitrago Cadavid. Es simple: hay que tener tiempo para todo. Mi esposo es mi novio, mi amigo y mi cómplice.

¿Alguna vez su esposo e hijo le han reclamado más atención?

Nunca. Mi hijo, Juan Jacobo, es el más feliz de que yo esté trabajando con el Centro Democrático.

¿Usted les tiene días dedicados exclusivamente a ellos. Se desconecta del mundo, no importa jefe?

Sí, trato de dejar unos días exclusivamente para ellos. Cuando estamos los tres estamos en nuestro mundo, no importa el exterior.

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