Para ellas sus maridos representan el cambio

EL NUEVO DÍA
Una francesa y una ibaguereña son las almas gemelas de dos candidatos al cargo de elección popular más importante del Tolima. A primera vista no tienen nada en común, pero a la final es todo lo contrario, a las dos las incomoda la politiquería, sienten que sus esposos representan el cambio y son madres de tres hijos.

Martine Jacquier

La médica neuróloga Martine Jacquier es la esposa de Carlos García Orjuela. Sus facciones, marcado acento y 1.82 metros de estatura hacen imposible que pase desapercibida.

Esta dama de buen sentido del humor y que ha terminado siendo llamada Jaqueline Mertínez, nació en Los Alpes franceses, muy cerca a la ciudad de Lyon donde en un hospital conoció al hoy aspirante a la Gobernación del Tolima, mientras este culminaba su formación en neurocirugía y ella empezaba su residencia en neurología.

Aunque su esposo tiene una larga trayectoria en la política, la actual contienda es para ella una novedad, en razón a que ha podido estar más presente. En los años como congresista y en sus demás cargos de elección popular fue poco su acompañamiento, según cuenta, pues su agitada agenda y labor de mamá se lo impedía. 

Ahora adaptándose a su nueva vida en Ibagué, donde espera abrir su propio consultorio de medicina integrativa, y con mayor disponibilidad lo está acompañando a recorrer los distintos rincones del Departamento, para acercarse a la gente y apreciar los paisajes que la seducen, mientras llegan a su mente los recuerdos de aquella época en que García logró vencer en las urnas a Alberto Santofimio, un líder político del que recuerda no se movía una hoja de vida sin su consentimiento, situación para ella “chocante”.

Una francesa como Martine Jacquier, ¿qué tiene de tolimense?

Un marido, tres hijos (Pierre, Armando y Priscila), una residencia y un compromiso grande con las personas.

Una residencia, ¿pero también la nacionalidad?

Sí, yo adquirí la nacionalidad colombiana en 2005, de manos del presidente Uribe. 

¿Por qué lo hizo?

Porque llegué a este país hace más de 31 años, y me parecía fundamental después de compartir tanto con los colombianos, de recorrer su territorio, de conocer la manera de vivir y de quererlos solo me faltaba la nacionalidad.

¿Qué le dicen cuando le ven la cédula?

La gente se sorprende, más cuando uno llega al aeropuerto. 

Usted es neuróloga, ¿aplica su profesión o se quedó solo como un título?

La aplico. Precisamente durante los 20 años de actividad parlamentaria de mi marido yo no lo acompañé casi en la política porque estaba muy activa profesionalmente; ejercí la neurología parte en Francia y en Bogotá, tanto en clínica como en investigación. 

¿Esta vez también está ausente?

No, aunque sigo considerando que el político es él, estoy  en una fase de mayor disponibilidad lo que me permite acompañarlo a algunas reuniones sobre todo al campo.

¿Le está ayudando a buscar votos?

Yo no sé buscar votos, lo único que puedo hacer es hablar bien de Carlos porque por algo llevo más de 30 años a su lado; conozco sus sacrificios familiares, su entrega a la gente y su don de servicio.

Se casó con un médico y resultó viviendo con un político, ¿qué le gusta de la política?

Cuando veo establecerse una relación sincera con un grupo de personas.

¿Y qué le aterra?

Me aterra y me pone triste lo que algunos llaman ‘la dinámica de la política’ que para mí es una palabra sofisticada para hablar  de las vueltas, de las alianzas que se hacen con unos niveles de oportunismo que van más allá de lo que son las relaciones que uno quisiera de compenetración y compromiso.

¿En algún momento le dijo a su esposo que no se lanzara a la Gobernación?

Yo sabía que nos esperaba y había una parte de mí que lo temía un poco, pero por otro lado el hecho de que Carlos quisiera volver a tener el espacio de actividad que él necesita y de interacción con la gente que también lo necesita, me parece bien, para que pueda hacer que su propia comunidad se beneficie de su experiencia.

¿Le ve futuro en esta campaña?

Me parece desagradable cuando leo los artículos y la gente dice que los candidatos más opcionados son... Hay una paradoja y es que Carlos a todas las elecciones que se ha presentado las ha ganado, entonces en esta fase está en una posición distinta, yo pienso que si la gente se pusiera a mirar honestamente de corazón y sin prejuicios y sin mirar otros ingredientes encontrarían que es el mejor candidato, pero quizás hay otras cosas que vienen a mezclarse y otros intereses, entonces yo no sé que van a decidir los tolimenses. Carlos es muy agudo en sus cosas, muy estratega, no se desgasta en lo que no es, y la gente que piensa que está ‘out’, que se espere. Y los que pensamos que tiene una opción que lo apoyemos.

¿Como gestora social cuál sería su papel?

Hacer lo que sé hacer. Yo de política no sé pero sí de salud. Soy mamá y una persona con una sensibilidad social y en eso procuraré ayudar, por ejemplo de las cosas que propondría está el crear hábitos de vida saludable.

Paola Andrea Méndez

Paola Andrea Méndez García es desde hace 14 años el amor de Jaime Eduardo Reyes, el candidato a la gobernación por Alianza Verde.

Esta creyente, amable y amorosa mujer nacida en el barrio Kennedy de Ibagué lo conquistó cuando él era concejal. Fue amor a primera vista y tras un noviazgo de tres años contrajeron nupcias. Durante este tiempo han forjado una relación, dice ella, a base de confianza y entrega.

Con tres hijas: Sara Sofía, Isabella y Gabriela, y una sensibilidad a flor de piel, Paola Andrea, confía en que de llegar a convertirse en la Gestora Social del Departamento, cambiará la visión que se tiene de la mujer del gobernante. Ella no quiere ser la imagen rosa del periodo sino una promotora de desarrollo.

¿A qué se dedica la esposa de Jaime Eduardo Reyes?

Soy trabajadora social, especialista en Derecho Civil con énfasis en Ley de Infancia y Gestión Empresarial. Desde  hace 17 años coordino los programas de Semillas del Futuro, una entidad que trabaja por la población infantil, la juventud, las madres cabeza de familia y con población en situación de desplazamiento. 

Paralelamente soy docente de la Universidad Minuto de Dios, allí desarrollo el programa de Práctica en Responsabilidad Social y Desarrollo Social Contemporáneo.

Paola Andrea, de ganar su esposo, ¿cuál será su papel como Gestora Social?

Ser garante de los derechos de la población infantil, juvenil, madres cabeza de hogar y población vulnerable. De igual  manera poder fortalecer las políticas públicas que beneficien a esta población, puesto que me preocupa mucho el trabajo infantil, la prostitución, el consumo de sustancias psicoactivas y los suicidios.

¿Renunciaría al trabajo para ser su coequipera?

No he pensado tanto como renunciar porque las actividades que desarrollo también van de la mano con la actividad social.

¿Cómo logra desempeñar en armonía el rol de madre, esposa y trabajadora?

Es una actividad de saber manejar los tiempos y de contar con una red familiar. Tengo el apoyo de mis padres, mi hermano, mi suegra y el de mi esposo. 

¿La trasnocha ser la Gestora Social Departamental?

No. La verdad es que para mí seguiría la vida normal pensando no en unos programas pocos que hago desde mi fundación sino ya sería en grande, buscando articular con las gestoras sociales de los municipios otras acciones. Siempre se ha visto que la persona que está al lado del gobernante es como la parte caritativa, rosa del periodo, pero yo siento que llegó el momento de los tiempos de cambio.

Paola Andrea, ¿qué le dijo a Jaime Eduardo cuando declinó su deseo de aspirar al cargo para el periodo que termina?

Siempre lo he apoyado en todas sus decisiones, y pienso que si ese no era el momento de ser el candidato por algo era. De igual manera él nunca la declinó siempre ha tenido en su mente ser el Gobernador del Tolima y sé que con sus cualidades y capacidades lo va a lograr.

¿El que haya botado la toalla le puede restar puntos en esta candidatura?

No, para nada. Yo pienso que Dios le pone a uno las cosas en el momento, Él es quien le envía los mensajes y lo guía, y en ese momento las circunstancias no se dieron y uno no tiene que meterse en donde  no puede estar.Pienso que ahora ya él ha tenido otras experiencias académicas desde la Universidad de Ibagué, donde fue decano en Economía y eso ha fortalecido su hoja de vida y su visión frente a los proceso para el Tolima.

Están sonando muy fuerte dos candidatos, ¿le da temor?

No, lo que me da es más fortaleza para trabajar y más empuje para apoyar la candidatura de mi esposo. Jaime Eduardo es una opción diferente, es la opción del cambio.

¿Se siente montada en el bus de la victoria?

Claro.

¿Se ha sentido incómoda en el fragor electoral?

Sí. No me gusta cuando se tratan mal, cuando se sacan los cueros al sol en lugar de presentar las propuestas. Me molesta la corrupción, esa parte politiquera, de engañar la gente, de prometer a las comunidades más necesitadas aspectos que no se pueden cumplir.

¿Ha buscado ayuda divina para que se le den las cosas a Jaime Eduardo?

Nosotros somos una familia católica y soy devota de todos los santos y se lo he encomendado mucho.

¿Con tantas mujeres que lo rodean, siente celos?

No. Jaime es un hombre muy juicioso y trabajador. ¡Yo no soy celosa, pero tampoco boba!

¿Cuál ha sido la clave del éxito en su relación?

El amor, el respeto, la comprensión, la confianza, el diálogo y el apoyo.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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