“Me siento una mujer de 30 años”

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La Directora de Calidad Educativa de Ibagué asegura que la práctica de yoga ha transformado su vida, a la vez que cuenta que es de mala memoria y que los puestos que ha obtenido son por mérito propio, no porque sea cuñada de Olga B. González.

Desde los 20 años, Amparo Betancourt ha sido servidora pública. Terapeuta de lenguaje y licenciada en Educación Preescolar con especialización en Desarrollo Social y Participación Comunitaria son los títulos que engrosan su extensa hoja de vida.

Sin embargo, para ella, más allá de los diplomas o la larga experiencia en el sector educativo departamental y municipal que posee, la hace sentir orgullosa el ser una autodidacta humanista, que propende por la política del amor, como ella define el hecho de enseñar a convivir teniendo la consciencia de que somos amor.

Ese equilibrio que le da el aceptarse y aceptar a los demás con sus diferencias se ha maximizado desde hace un buen tiempo, en el que el yoga tocó su hogar.

Al principio su práctica se limitaba a la realización de cinco ritos tibetanos o posturas que le ayudaban a alinear su cuerpo, pero hace seis meses adquirió la disciplina física, mental y espiritual.

Asumir ese cambió obedeció a la presencia de su hija Natalia, quien se hizo máster en Yoga en Italia. Desde su retorno a Ibagué, motivó a la Directora de Calidad Educativa a practicarlo tres veces por semana, para aprovechar “los secretos de la juventud”.

“Lo hago para mantenerme sana”, cuenta, al mencionar que esta disciplina le ha permitido reconocer su cuerpo, y ganar movilidad y flexibilidad “para todo... todo”.

Su búsqueda de esta ‘ayudita extra’ tiene como propósito permanecer físicamente muy bien, pues aspira vivir hasta los 100 años. Actualmente dice que “me siento una mujer de 30 años y quiero conservar la vitalidad y la pasión de los 30 hasta los 100”.

Su vida es un completo equilibrio, tanto que es de las pocas funcionarias de la era Luis H. que lograron continuar en el gobierno Jaramillo. ¿Cuál fue su clave?

 En lo político tenía toda la empatía y la alineación de la propuesta política de Jaramillo, lo que me permitió seguir, pero además estoy en algo que se llama ‘retén social’, es decir, que estoy pronta a pensionarme y se unieron las dos cosas para poder quedarme en la Alcaldía.

Además de su cercana jubilación, ¿también influyó su amistad con la primera dama Vilma Gómez?

Todo suma, creo. Es más, la amistad con la familia Jaramillo inició hace muchos años. Él fue Gobernador en el momento en que fui candidata a la Alcaldía por el mismo partido y ahí nació esa familiaridad.

¿Cómo es el ambiente laboral con Jaramillo?

Creo que la cultura organizacional hay que transformarla, debemos manejar una comunicación más armónica, pero eso ha sido en todas las administraciones, porque el quehacer y la demanda en lo público son tan grandes que hace que se vayan suspendiendo canales de comunicación.

En esa ruptura de los canales de comunicación, ¿con quién no se la va?

Yo creo que las aguas ruedan tranquilas. Estoy muy enfocada en lo misional y en sostener coherencia y unidad en el equipo de trabajo.

¿Realmente el alcalde es gruñón?

Es un hombre muy claro en lo que comunica y a pesar de que la gente dice que es acelerado y agresivo, creo que es bastante tolerante y con alto nivel de resiliencia; cuando pelea o discute, es porque ya llegó al límite, pero usualmente es un señor cálido, amoroso y respetuoso del otro.

Desde hace cinco años y medio se desempeña como Directora de Calidad Educativa. ¿De uno a 10, cómo califica este aspecto en Ibagué?

Estamos por encima de la media nacional. Vamos avanzando.

¿En qué se raja el Municipio?

En infraestructura, que hoy es el gran reto del señor Alcalde. Creo que él va a ser el número uno en inversión en infraestructura escolar.

¿Y Amparo Betancourt...

El reto es ser más disciplinada.

Corazón enamorado

¿Cuál ha sido su locura de amor?

Creo que casarme muy joven. Hoy lo miro y digo ‘habría podido aguantar un poquito más’.

¿Ha sido su única pareja?

Sí, tenemos 34 años de casados. Es un hombre fantástico, porque me ha fortalecido y ha sido un alcahueta de todos mis sueños y ha tratado de potencializarme. Nos admiramos mutuamente y él ha sido un cómplice.

¿En 34 años de matrimonio cómo conserva viva la llama de la pasión?

De muchas maneras: una es que él siempre ha estado muy atento a seducirme, eso es importante; dos, quererme, valorarme y creer que merezco lo mejor, y en ese merecimiento el fuego sigue encendido.

¿Ha sido víctima de infidelidad?

Digo que él ha sido muy inteligente. Imagino que en esta cultura machista algo ha hecho en su vida, pero se ha cuidado de decirme que no es verdad o se ha cuidado de no dejarse pillar. Igualmente, soy una mujer de muy mala memoria, por eso es que él dice que somos muy felices.

“Brillando con luz propia”

¿Cuál es su parentesco con Olga B. González?

Es la esposa de mi hermano.

Dicen que Olga B. es su palanca. ¿Es cierto?

No es cierto. Históricamente estoy en Ibagué antes que Olga Beatriz, y creo que siempre he brillado con luz propia y he caminado mi propio camino tanto política como laboralmente. Somos excelentes compañeras de trabajo, de luchas y de sueños.

Si bien ha hecho su labor, ¿quién es su padrino?

A los 22 años Rubén Darío Rodríguez me llamó y me dio la oportunidad de ser directora de Participación Comunitaria, éramos amigos por el nuevo liberalismo; luego Carmen Inés Cruz me llamó a hacer parte de su equipo, fui secretaria de Desarrollo Social y Participación Comunitaria, con ella hice una gran experiencia administrativa, también trabajé con Fernando Osorio Cuenca.

En realidad, ha sido como que el destino me ha ido abriendo los espacios. No he tenido esa militancia electoral, pero sí he tenido gran militancia ideológica y es que siempre he creído que debo estar donde se luche por la justicia social y por brindar a la gente lo mejor.

Recientemente su nombre sonó entre los que estarían implicados en el polémico contrato que tiene privado de la libertad al exgobernador Osorio. ¿Cuál fue su responsabilidad?

Gracias a Dios no estuve en ese proceso de contratación, que fue en 2007, pues yo fui Secretaria de Educación en 2006. La Fiscalía sí me llamó y yo declaré.

Muy personal

Dicen que los de signo libra son interesados. ¿Es verdad?

Soy libra, y creo que somos amantes de la buena vida.

¿Cuál es su mayor lujo?

Meditar, creo que somos multimillonarios los que sacamos el espacio para compartir con los amigos y para tener el tiempo para repensar y servir.

Licenciada en Educación Preescolar, y además del título, ¿en qué es una maestra?

En el servicio.

¿Y una aprendiz...

En muchísimas cosas, hasta en el aprender de las diferentes culturas y en dominar deportes.

¿Qué le borra la sonrisa?

Me perturba y quebranta la pobreza, la violencia contra los niños y la mujer, y las guerras en el mundo.

¿En qué se siente poderosa?

En ser líder transformadora.

¿A qué le teme?

A no tener la capacidad de defender mis ideas.

¿Ha sido víctima del ego?

Claro, porque soy muy rebelde hasta con mi esposo y con mis jefes.

¿Cuál es su mayor gesto de rebeldía?

Hacer lo que considero pertinente y necesario: eso me vuelve terca. 

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EL NUEVO DÍA

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