“En mi juventud me obsesioné con ser futbolista profesional”

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
El exsecretario del Interior Ricardo Orozco, habló sobre su niñez y sueños de infancia cuando quería ser futbolista; de su amistad con el gobernador Óscar Barreto; profesó el amor que tiene por el Cañón del Combeima y confesó sus temores.

EL NUEVO DÍA:¿Quién es Ricardo Orozco? 

Ricardo Orozco: Es una persona que nació en el Cañón del Combeima; viví mi infancia allí cuando todavía era una vereda. Crecí en un finca normal; solíamos deshierbar los cafetales, cortar la leña a las 5 o 6 de la mañana y ayudar a moler el maíz todos los días a la madrugada. Era una vida tranquila y sana. Incluso, ahí también nació y se crió el actual Gobernador, con la familia de él compartimos toda nuestra infancia. 

E.N.D: ¿Cómo transcurrió esa infancia en medio de la naturaleza?

R.O: En ese entonces Ibagué era muy lejano; y el ambiente en el Cañón era sano y tranquilo, podíamos durar hasta las 9 de la noche hablando carreta en las esquinas. Jugábamos mucho a las comitivas y nos reuníamos todos y sacábamos de las casas un poquito de arroz y carne, y nos íbamos para granja Mariano Melendro, ubicada en la parte alta de Chapetón, y entre niños hacíamos un sancocho. 

E.N.D: ¿Cómo fue su juventud?

R.O: A los nueve años me fui para Armenia y regresé a los 17. Básicamente mi juventud fue jugar fútbol, nunca jugué algo distinto. A los 13 años jugué mi campeonato libre, también en la Selección Quindío, en la Selección Risaralda y aquí en la Tolima con el ‘profe’ Álvaro Ariza; en mi paso por Tolima compartí con Gregorio Pimiento, James Olaya, Zarta, entre otros. Desafortunadamente no avanzamos más en el fútbol y me dediqué a otras actividades. 

E.N.D: ¿En qué posición jugaba?

R.O: Jugaba de último hombre y en la Selección de número 9, le pegaba muy fuerte al balón y tenía siempre fortaleza.

E.N.D: Y la fiesta ¿Le gustaba?

R.O: Fui 100% fútbol, me apasionaba; de hecho me obsesioné con ser futbolista profesional, pero desafortunadamente en mi época el que generaba un apoyo mayor era el Pereira; mientras que en Armenia e Ibagué era básico o nulo el apoyo a un jugador.

E.N.D: ¿Y sus estudios superiores?

R.O: Soy Comunicador Social, egresado de la Unad, Abogado y Especialista en Derecho Administrativo. Espero poder hacer una maestría, me apasiona el derecho disciplinario, penal o en su defecto el público. 

E.N.D: Usted ha sido diputado, secretario del Interior, comunicador y abogado ¿A esta hora con qué cargo se queda?

R.O: Mi recorrido en materia de lo público siempre ha sido al lado de Óscar Barreto, en mi despedida contaba una anécdota del 2000, cuando Barreto era secretario General de la Alcaldía de Ibagué, y él me dijo que me postulará de presidente a la Junta de Acción Comunal en Chapetón, y terminé siéndolo por dos períodos.

Ahí comencé a tener ese cariño y afecto por la comunidad. Posteriormente, seguí en lo público, trabajando y avanzando. Y me di cuenta que es una sinergía de formaciones profesionales que lo llevan a uno a darse cuenta que el servidor público está a nivel de la comunidad; porque usted puede tener todos los títulos y cargos que quiera, pero tiene que ser un buen ser humano. 

E.N.D: ¿Qué viene después de su paso por la Secretaría y cuáles son sus aspiraciones?

R.O: He renunciado, quiero capacitarme y entrar en un período de pensar muchas cosas, de formarme mejor como ser humano y profesional. Quiero asistir a algunos eventos del orden nacional e internacional; trabajar con la gente y mirar a ver qué sucede de estos meses, de aquí a diciembre. Si Dios y la gente lo tiene a uno para que lidere cosas por esta ciudad y departamento, siempre estaré presto a hacerlo. 

E.N.D: ¿Está la aspiración a la Gobernación del Tolima?

R.O: Hay que esperar, cada día trae su afán, pienso que la cordura y la paciencia es un don de la gente que tiene éxito en la vida.

E.N.D: Lleva mucho tiempo trabajando con Óscar Barreto, ¿Cómo ha sido esa amistad?

R.O: Con el Gobernador nos criamos de niños, es más sus padres son mi padrinos de bautismo. Siempre han estado ahí, él dice de manera jocosa que mi esposa y él tienen acciones en este ‘pechito’, porque ellos son quienes me han ayudado a ser lo que soy actualmente. Óscar me ha brindado todas las oportunidades en la vida, le agradezco inmensamente a él por toda la confianza que ha depositado en mí. Además, me ha enseñado a escuchar, hablar y hacer cosas por la comunidad, a generar resultados.  

E.N.D: ¿Cuál es su mayor excentricidad?

R.O: Me fascina cocinar, de hecho cuando cocinaba me gustaba servirle cosas inmensas a la gente que no podía comérselo todo, ya se me quitó esa maña.

E.N.D: La cocina lo pone a sudar ¿A parte de eso qué más lo pone a sudar?

R.O: El no poder hacer las cosas por la gente, no avanzar en lo público cuando el mismo esquema no me lo permite o cuando las cosas no salen, y cuando le falta compromiso a la gente.

E.N.D: En un principio del Gobierno departamental y municipal tuvieron sus fricciones. En ese momento el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, con el único que podía sentarse a hablar era con usted ¿Qué tiene Ricardo Orozco para que pase eso?

R.O: El Gobernador me designó como su delegado, y por eso iba como presidente del Consejo Directivo de Cortolima, en una sesión el Alcalde se trenzó en una discusión fuerte con uno de los consejeros, y ese día jugaba Colombia. Él se fue y yo terminé el Consejo Directivo y salí; cuando me dijeron que él estaba abajo viendo el partido, entonces fui, me le acerqué al oído y le dije: “Oiga Alcalde, usted me armó semejante ‘despelote’ y se vino a ver el partido”, me volteó a mirar y se puso a reír, creo que fue ese día que rompimos el hielo. Después en una rendición de cuentas él dijo, “que me envíen a Orozco que con él sí hablo”; siempre he respetado al Alcalde y lo considero una buena persona.

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E.N.D: ¿Con quién vive?

R.O: Con Liliana Soler mi esposa, llevamos 17 años juntos; con Mayra Alejandra, mi hija mayor, de 24 años, ella estudia medicina en la Universidad del Tolima; con Andrés Felipe que tiene 21 años y estudia Medicina en la Von Humboldt de Armenia, y Manuel Ricardo, mi hijo menor de 14 años que estudia octavo grado en El Cisneros. También tenemos a Lulú y Canela que son las dos mascoticas, y Lucía es la señora que nos ayuda hace bastante tiempo, es como parte de nuestra familia.

E.N.D: Entre tantas ocupaciones ¿Cómo hace para llevar a la par su vida profesional y personal?

R.O: No es fácil, porque a veces uno se levanta a las 4 de la mañana y todo el mundo está durmiendo, y llega a las 11 de la noche o más tarde, y ya están durmiendo. Pero ha sido muy importante que mi esposa supla ese lugar, cuando yo no estoy con ellos. A veces tratamos de sacar fines de semana para compartir en familia, y me encanta ir al Cañón del Combeima a almorzar. 

E.N.D: A parte de su familia ¿A qué más le gusta dedicar su tiempo libre?

R.O: Siempre estoy leyendo los medios de comunicación en su versión virtual, cuando puedo ver un noticiero lo hago, así sea tarde de la noche. Ahora que no estoy de Secretario estoy montando cicla y yendo al gimnasio para ver cómo nivelo estos años de estar con mucho trabajo y no dedicarme al deporte.

E.N.D: ¿Cuáles son sus mayores frustraciones a nivel personal y profesional?

R.O: En el personal, ser el ‘Pibe’ Valderrama del Tolima, siempre soñé y fue mi meta ser jugador profesional, y en lo público, desafortunadamente uno tiene muchos sueños e ilusiones de hacer cosas, y sobretodo de avanzar; por ejemplo, como Secretario del Interior me sentí limitado, porque toda esa mecánica y esa forma en que han diseñado el Estado limita los procesos, haciendo que lo que uno quiere lograr no se dé.    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Credito
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