El cabildante conservador confiesa que se separó de Alfredo Bocanegra, que se quedó con las ganas de aspirar a la Alcaldía de Ibagué, que le gustaba ir a Cuero Show, que completó cinco hijos por una vasectomía fallida, y que su calva es su sex-appeal.
La segunda esposa del fallecido exsenador Luis Humberto Gómez Gallo confiesa que le gustaría que su exsuegra olvidara sus resentimientos y que en el ‘gomezgallismo’ no hay gallo de pelea.
Amante de los caballos, de los masajes con aceite de almendras y del salchichón del Líbano es esta procuradora judicial, quien confiesa que su mayor vergüenza es haber mostrado por accidente la ropa interior, mientras era Contralora de Ibagué.
El delantero ‘salsero’ que con sus jugadas y goles puso a suspirar y a gritar a miles de hinchas del ‘Vinotinto y Oro’ confiesa que nunca le gustó el estudio, que ha sido infiel y que ser padre ha transformado su mundo, en la última entrevista concedida antes de decir adiós a la tierra que lo vio nacer en el profesionalismo.
La Reina Nacional de la Belleza asegura que no tiene conocimiento de ser prima de Sofía Vergara, y que solo una prueba de ADN podría descifrar la teoría mediática que ha surgido por su innegable parecido con la actriz mejor pagada de la televisión americana.
El burgomaestre de la ‘Ciudad de las piscinas’ confiesa que con su dinero es tacaño, que le apasionan los caballos, que le fascina trabajar con mujeres y que aprendió a vivir con el estigma de ser un ‘placero’ o, como lo llamaban sus contradictores, ‘un cebollero’.
La exsoberana confiesa que nunca se montó en su papel de reina, y que de hecho es una reina frustrada, pues nunca le dieron corona. Sumado a ello está sometida a una exigente rutina para recobrar su figura, la cual concluirá con su pasó por el quirófano, de donde espera retornar a las pasarelas.
El cantautor reconoce que en su búsqueda de identidad sonaba como Andrés Cepeda, que su neurosis le hace perder el equilibrio y que cuando niño era demasiado llorón.
“Recuérdame cuando mires a los ojos del pasado, cuando ya no amanezca en tus brazos, y que seas invisible para mí”, es una de las dedicatorias de Natalia Jiménez en una de sus muchas canciones.
Andrea Echeverri es una mujer que prefiere hablar a través de la música y que sigue sintiéndose rara en un país cuadriculado y de doble moral. Cuenta que continúa comprando ropa de segunda y que como madre tiene fallas.