La inteligencia social

Es interesante recordar la teoría del doctor Daniel Goleman sobre la inteligencia del ser humano. Como resultado de sus investigaciones llega a reconocer que cada persona tiene siete tipos de inteligencia; con ello explica, por ejemplo, el por qué una persona que es genial para resolver complejos problemas matemáticos sea torpe para hablar en público.

Una de las siete inteligencias es la interpersonal, ésta es la que se detecta en quienes tienen habilidad para entenderse con los demás, son comunicativos, les gusta compartir, trabajar en equipo y son cooperadores, entre otros. Las demás son la inteligencia la lingüística/verbal, lógica/matemática, espacial, corporal, musical, naturalista, intrapersonal.

Este tipo de inteligencia interpersonal, que otros autores han denominado social, es la que con mayor esfuerzo se debe desarrollar, pues es la que finalmente puede ofrecer mayores ventajas a una persona para establecer una mejor relación con los demás.

Tanto en la vida familiar y social como en la laboral se aprecia más la capacidad como se maneja una persona a sí misma y la manera como se relaciona con los otros, que su sagacidad o el tener un altísimo índice de coeficiencia intelectual.

Las personas socialmente inteligentes tienen la más alta posibilidad de alcanzar unas excelentes relaciones humanas, desde pequeños parecen disfrutar con sus amigos, en general no encuentran dificultades para compartir y son capaces de aceptar las diferencias sin dramatizar o crear polémicas.

Estas personas son capaces de interrelacionarse con gente de diferentes cultural, edades y clases sociales y tienen la habilidad para lograr que los demás se sientan bien en su compañía y muy posiblemente son personas que más fácilmente logran sentirse felices porque suelen ser positivas y atraer una buena energía.  

Si bien una persona adulta puede trabajar en desarrollar este tipo de inteligencia, fundamentalmente se adquiere en el seno de la familia, en la vida cotidiana del hogar, y a ella aportan de manera capital el comportamiento y modelo que los padres y demás personas mayores le aportan al niño.

Es por ello tan importante apoyar el desarrollo de las habilidades sociales en los niños y cultivar en los pequeños formas de comportamiento basadas en el respeto por los demás.

Se podrá formar jóvenes y ciudadanos con una alta inteligencia social si:
* Se les enseñan las normas básicas de urbanidad
* Se les enseña con el ejemplo, siendo congruentes entre lo que se hace y dice
* Se motiva al niño a participar en las reuniones familiares y sociales
* Se involucra en conversaciones, se les permite hablar y se tienen en cuenta sus opiniones
* Se les enseña a comprender la diversidad cultural y a no estigmatizar por razas o condición social
* Se cultiva el hábito por el deporte, el buen uso del tiempo libre, la música y el estudio
* Se estimula el trabajo en equipo, la solidaridad y el espíritu de colaboración.

Con una formación basada en los anteriores valores seguramente se tendrá personas capaces de tener actitudes positivas y respetuosas respecto a sí mismos y a los demás, sabrán manejar situaciones delicadas y estarán capacitadas para resolver de mejor manera los conflictos en general y a forjar unas buenas relaciones con su medio.

Es importante tener presente que lograr las metas  personales y profesionales depende en buena medida de la forma en que cada uno se comunique y sea  aceptado por los demás.

Recuerde, siempre se está a tiempo para trabajar en la tarea de ser mejores.

Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

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