El comportamiento en la mesa no sólo tiene que ver con la forma en que se come; se refiere también a otras actitudes que se asume en tales circunstancias. El tono con que pide los alimentos o el estilo que utiliza para dirigirse a los meseros, también reflejan el respeto por los otros. Cómo deja el sitio en que comió y hasta la propina que se da, también son señales de la consideración que le merecen los demás.

Es algo tan visible en una persona que bien merece el esfuerzo hacer un examen sobre cómo es su comportamiento en este sentido, para no cometer imprudencias que pueden incomodar a sus compañeros de mesa, al igual que a invitados y personas del servicio.

Recuerde los siguientes detalles:
* Permanezca quieto en la silla. Esta no es un balancín para moverla hacía atrás, lo cual, además, es peligroso.
* No se descalce. Seguramente será más cómodo descansar quitándose los zapatos mientras come, pero no se acostumbre a hacerlo. Además, se arriesga a que sus compañeros le jueguen una broma escondiéndoselos.
* Aun en su casa, no pase a la mesa sin camisa o en ropa interior. Se debe dar ejemplo a los niños para que aprendan que a la mesa se pasa vestido y con las manos limpias.
* Lleve la comida a la boca, no la cabeza al plato. Es una fea costumbre.
* No hable con la boca llena. Termine de pasar toda la comida antes de hablar; así le estén preguntando algo, haga con la mano un gesto que indique espera.
* Acostúmbrese a masticar con la boca cerrada. No brinde un mal espectáculo al comer dejando ver los alimentos. Es supremamente desagradable.
* Si la sopa está muy caliente, espere un poco. No sople ni revuelva intentando enfriarla, tampoco haga ruidos al tomarla.
* No truene los dedos, ni dé palmadas o grite para llamar al mesero. Ponga su mano en alto para indicarles que lo necesita si él no está pendiente.
* Hable de temas agradables mientras come. Espere comentar muertes, enfermedades, atracos, problemas económicos, quejas y reclamos en otro momento.
* Haga de los momentos en la mesa un tiempo agradable y especial para compartir y charlar sobre temas amables que no generen discusión.
* No se rasque. No es correcto ni muy higiénico en un sitio donde hay alimentos y se está comiendo. Igualmente evite llevar los dedos a las orejas.    
* Evite llevarse el dedo a la nariz. Los niños son muy propensos a ello, pero hay que insistirles en que no es correcto; en los adultos es peor, es algo poco higiénico.
* Si está en una invitación, solo pida "repite" de agua, de los demás alimentos espere a que el anfitrión se lo ofrezca. Tampoco pida un poco de algo que le gustó para llevarlo a casa o que le empaquen lo que no se comió.
* Aprenda a utilizar los cubiertos.
* Utilice la servilleta para las manos y la boca; no se debe usar para la limpieza del sudor o de la nariz.  

Trabaje para que usted sea una grata compañía en la mesa y propicie que todos en su familia también lo sean, inclusive los niños. Pulirse en este sentido favorece el desarrollo de unas habilidades sociales que contribuyen ofrecer una imagen positiva. Todos los detalles al comer son de sentido común: el hacerlo bien no es cuestión de elegancia, ni de sofisticación.