Llegaron las fiestas

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Nuevamente llegó la temporada de fiestas, cuando la ciudad y lo ibaguereños son anfitriones de tantas personas que vienen de visita y otras tantas que salen a disfrutar las actividades programadas en el marco del folclor. Es válido entonces recordar que la tarea de los anfitriones en una fiesta es muy importante; tanto así, que si éstos no se ocupan de planear y asegurar un ambiente grato, es p

A su vez, si la actitud de los dueños de casa es desapacible, si no se esmeran en ser amables y en que sus invitados estén bien atendidos, seguramente será la última vez que acepten una invitación suya.  De otra parte, los invitados tampoco se sentirán bien si llegan al sitio de la reunión y encuentran que la casa luce desarreglada, dejando ver que no se tomaron el menor cuidado para asegurar que el sitio luciera acogedor.

Si, además, los meseros y el personal de servicio muestran desgano en la atención y poco se preocupan por responder con diligencia a las solicitudes de los asistentes, con certeza tal fiesta no tendrá una buena recordación y los comentarios posteriores no favorecerán de manera alguna a los anfitriones, que muy posiblemente habrán gastado una suma importante de dinero, tiempo y esfuerzo.   

Si bien todo lo anterior se aplica a un festejo que usted ofrece en su casa o empresa, ocurre igual cuando se trata de las festividades que se organizan en una ciudad, tal como las que estamos próximos a realizar con, cuyo éxito es de singular importancia para Ibagué. Y ello es así, no sólo porque el Festival contribuye a afirmar nuestra identidad como “Capital Musical” y a divulgar nuestro el folclor, también, porque contribuye para que la ciudad se posicione como un destino turístico y con ello se logre generar nuevas oportunidades laborales y se dinamice la economía local; adicionalmente, porque todo el país nos estará observando y, los medios de comunicación, seguramente mencionarán  las cosas malas que sucedan, incluso más que lo bueno. Es preciso, entonces,  que cada uno de los habitantes de Ibagué, niños, jóvenes y adultos, cualquiera sea su actividad, asuma su responsabilidad y se prepare para ser los mejores anfitriones,  para que vibren con nuestro folclor y compartan la alegría y el respeto que debe caracterizar a los ibaguereños.  Para contribuir al éxito del evento, son muchas y muy sencillas las cosas que podemos hacer. Entre otras: 


Mantener muy limpia la ciudad –que es nuestra casa- para que luzca especialmente atractiva.  Ser respetuoso con las personas, no arrojarles agua ni harina; tampoco empujarlos ni lanzar expresiones soeces.  Si desea beber, hágalo en forma moderada; el licor en exceso es un mal compañero y puede traer graves consecuencias. Respetar la autoridad; aceptar las órdenes de la Policía y los agentes de tránsito.  Atender las señales de tránsito y prevenir accidentes. Si toma, entregue las llaves. NO maneje embriagado, esta mezcla puede ser mortal. No porte armas; fiestas, licor y armas puede ser un coctel explosivo.

Cuidar de manera especial  a los niños. Preferiblemente no lleve a los bebés a lugares donde se reúnen multitudes, recuerde que en un solo segundo se pueden extraviar. Vista el traje folclórico con orgullo. Si tiene un negocio, decórelo con motivos típicos las vitrinas, muestre lo mejor de nuestro folclor, con creatividad y buen gusto.

Cuidar el volumen de los equipos de sonido; la música se puede disfrutar mejor si modera el volumen; las estridencias, en cambio de animar exaltan negativamente los ánimos y molestan a quienes están alrededor. Si participa en la cabalgata, recuerde tratar con cuidado el animal, beber en forma moderada y evitar espectáculos grotescos que irrespetan al público.

A los taxistas les corresponde cuidar sus tarifas para que no dejen la sensación de que abusan de los turistas y de los locales, por tanto asegúrese de cobrar lo justo y nada más.  Quienes trabajan atendiendo público, tendrán la mejor oportunidad para contribuir a que los visitantes se lleven una buena imagen de Ibagué.

Dispongámonos a disfrutar las fiestas y demostremos que queremos la ciudad;  recordemos que “obras son amores” y, también, que todos y todas podemos contribuir para que quienes nos visiten se lleven un gratísimo recuerdo de su permanencia en la Ibagué y divulguen ese mensaje por toda Colombia. 
macruztol@yahoo.com      


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Credito
MARTHA CRUZ especial para EL NUEVO DÍA

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