Modales en las entrevistas de trabajo

 TOMADAS DE  EL NUEVO DÍA
Su hoja de vida se ajusta al perfil que busca la empresa y le llamaron para presentar entrevista. Viene entonces un momento crucial para definir si el trabajo es, o no, para usted; por ello es importante que se prepare en forma adecuada, física y sicológicamente, para ese momento.

Muchas personas se preocupan tanto por el ¿cómo irá a resultar?, que poco se ocupan en prepararse para desempeñarse de la mejor manera. Entonces, es oportuno recordar lo que dicen estudiosos del comportamiento humano, sobre el impacto que causa una persona en los demás; ellos han llegado a concluir que el comportamiento, es decir la forma como actúan, tiene un peso del 70 por ciento; el tono con que se habla el 23 por ciento y lo que se dice el siete por ciento. Agregan, también, que la primera impresión es definitiva e irreversible, por lo cual debe dársele la máxima importancia a ese momento

Por lo anterior, hay que aprender o reaprender comportamientos que pueden ayudarle a que ésa oportunidad le permita dejar la mejor impresión. Por insignificante o banal que pueda parecerle el cómo saluda o cómo se viste incide y mucho, ello si se tiene en cuenta que en la gran mayoría de las decisiones pesan más los sentidos que la razón.  


Entonces, tome nota y tenga en cuenta los siguientes aspectos que revisten importancia crucial:


Infórmese a fondo –hasta donde le sea posible- sobre la empresa o entidad donde se presenta. Si la empresa tiene página web, visítela y lea todo sobre ella.


Llegue a tiempo, preferiblemente unos minutos antes de la hora citada, es uno de los hábitos que generan credibilidad.

No trate de hacerse el simpático con la secretaria, ni tampoco indague con ella sobre el entrevistador que lo atenderá.

Vístase en armonía con el cargo a que aspira. Tenga en cuenta su edad, su estructura corporal y, sobre todo, la circunstancia. Está bien que desee verse joven, pero no se vista como si tuviera veinte años menos.


Una entrevista no es una fiesta. No tiene que ponerse el traje más vistoso, sino el que mejor se ajuste a ese momento; el que la haga sentir bien y lucir bien, sin excesos de ningún tipo.


La damas, en particular, deben tener claro que no tienen que lucir el último grito de la moda, recuerden que  mucha ropa de la que usan las modelos sólo les queda bien a ellas. Descarte faldas muy altas, ropa apretada, transparencias o escotes profundos, guarde los vestidos de tiras, brillantes o trajes de coctel para otra ocasión, tampoco pantalones descaderados o blusas ombligueras, no son adecuados para el trabajo y mucho menos para entrevistas. Deje los maquillajes fuertes para otro momento, aprovéchelo para tapar pequeños defectos o resaltar sus mejores rasgos.


Ofrezca una imagen nítida, su ropa limpia y bien aplanchada y sus zapatos muy lustrosos.


Que su cabello luzca: limpio, lustroso, ordenado, bien cortado y bien peinado.


Que sus manos y uñas luzcan limpias y arregladas con cuidado.


Hay elementos como los piercing o tatuajes pueden generar rechazo en los entrevistadores, así que evítelos o, al menos, cuide de que no estén a la vista.


Muestre seguridad en sí mismo; salude con amabilidad, dé la mano cuando quien lo recibe se la ofrece y dé tiempo a que le indiquen dónde sentarse. No se le ocurra saludar ni despedirse de beso.


No trate de impresionar hablando mucho o haciendo chistes. Responda lo que le pregunten, pero sin extenderse ni caer en historias o anécdotas que sólo le interesan a usted o a su familia. No se describa como el superhéroe o heroína, puede sonar poco creíble.

Es una entrevista, deje que le pregunten y piense antes de responder; hable claro, concreto, preciso, y elabore respuestas inteligentes que lo diferencien de los demás.

Evite gesticular demasiado, mover las piernas o las manos en exceso porque revelará con ello su nerviosismo

Lea sobre la empresa, sobre la importancia de la comunicación y sobre cómo ofrecer una buena imagen. Lea también la prensa, revistas especializadas en su campo de interés; será una buena forma para mantenerse informado, para prepararse y tener mayores oportunidades de quedarse con el cargo a que aspira.

Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

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