Conviene entonces, revisar cuidadosamente la situación de cada uno al respecto y preguntarse si siente algún rechazo, si observa que pocas personas lo abordan o muchos lo evitan, que casi no lo invitan a las reuniones, lo llaman muy poco, se retiran cuando usted llega, o lo dejan con la palabra en la boca.

Si ocurre eso, pregúntese ¿Por qué sucede? y antes de concluir que el problema es de los otros, mire a fondo si eso pasa porque hay algo en su comportamiento que genera rechazo.

Establezca qué es y tome medidas para cambiar de actitud y superar tal dificultad, porque hace una gran diferencia en la vida de alguien “caer bien o mal” a los demás. Ello afecta su autoestima; incide en las oportunidades que se abren o cierran, en la red de amistades que puede crear, en la vida familiar, en el entorno laboral y, aún en los detalles más insignificantes de la vida cotidiana. Y, todo ello influye en las posibilidades de sentirse bien, aun cuando como mecanismo de defensa haya quienes digan lo contrario.

Trabaje a su favor. Analice con detenimiento las siguientes actitudes y comportamientos y, concluya con sinceridad si ellas hacen parte de su forma de ser.

Sonreír y ofrecerle una cara amable a los demás es algo que no me preocupa.

No me importa incomodar a otros ni controlar sus sentimientos y emociones.

Me gusta compartir con los demás mis problemas y asuntos personales.

Me incomodan aquellos que piensan y actúan de modo distinto al mío.

Se me dificulta admitir que no se algo.

Me gusta tener la razón siempre.

Me cuesta dificultad presentar disculpas.

Me gusta más hablar que escuchar.

Me gusta dar consejos aunque no me los pidan.

Hay que decir las cosas no importa si los demás les duele o se incomodan.

Me gusta buscar mis amistades especialmente cuando estoy aburrido, no tengo planes o los necesito para que me ayuden a resolver problemas.

Dedicarle atención y tiempo al aseo y presentación personal es una bobería y una pérdida de tiempo.

Si usted coincide con algunos de los comportamientos anteriores, no es extraño que lo eviten. En general son actitudes que molestan a los demás.

El solo hecho de tomar conciencia de que tiene algunas de esas fallas es un gran avance, porque puede trabajar para corregirlas e introducir algunos cambios. Con certeza ello conducirá a mejorar la calidad de las relaciones que establece con su entorno y, así, a transformar su vida.

Aunque muchos no lo admitan, e incluso lo nieguen, es cierto que todos quisiéramos caerle bien a los demás. A algunas personas les importa menos que a otras, de acuerdo con su personalidad, pero es difícil creer que nada les importa.

Haga el esfuerzo de cambiar, se justifica hacerlo.

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