Ser leal es corresponder, es una obligación que se tiene al haber obtenido algo provechoso y es algo que se debe hacer racionalmente, no es solo un resultado afectivo. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. Por eso el concepto de lealtad se da en temas como la Patria, el trabajo, la familia o la amistad.

Toda persona o empresa espera lealtad de su familia, amigos, competencia y clientes. A nadie le gusta ser traicionado, el saber que un amigo habló mal de nosotros o contó algo que le había confiado en secreto hace pasar un mal rato. Escuchar que un compañero presenta un trabajo como propio cuando es usted quien lo ha desarrollado causa una profunda contrariedad y decepción; escuchar a un funcionario hablar mal de la empresa a que pertenece dice poco a su favor.

Cuando algo o alguien nos han dado algo bueno, le debemos más que agradecimiento.

Cuando somos leales, somos mejores amigos, ciudadanos y trabajadores. Pues se actúa y se cumple una tarea por convicción y no por obligación.

La lealtad se siente, facilita la convivencia y las relaciones con las demás personas, pues es ante todo una forma de mostrar aprecio, respeto y consideración.

La persona leal, lo es con todo, la empresa, familia y sociedad. No es aplicable por un momento o con unas personas, es un valor que forma parte del individuo para todas sus actuaciones.

Se ve y siente aún en las cosas pequeñas. Se relaciona estrechamente con otros valores como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad.

Sea asertivo en la comunicación, hable con claridad pero con tacto y sin agredir. Evite hablar mal de las personas que no están presentes.

Cumpla su palabra, aunque no esté registrada por escrito. Cumpla con todos sus compromisos, como citas, devolver lo que ha pedido prestado, asistir al evento que confirmó su asistencia, entre otros.

Conozca los valores corporativos de la entidad con la cual trabaja para que se identifique con ellos, y considere cuando éstos no coinciden con los suyos, nunca es buena idea trabajar en un lugar donde se hacen fraudes o impera la corrupción.

Cuide las pertenencias de la oficina, el club al que pertenece, el edificio en que vive o el amueblamiento de la ciudad como si fueran suyos. No divulgue información confidencial de la empresa o de sus amigos.

No mienta. El mentir para encubrir las faltas de un amigo no nos hace leales, sino cómplices. Enfrente las situaciones por difíciles que sean.

Aplicar poco esfuerzo para una tarea con la que se ha comprometido, cobrar más del precio pactado o de los gastos causados también son actos de deslealtad.

La lealtad significa también solidaridad y colaboración. Ser leal es un valor altamente apreciado y contribuye a construir un buen nombre y reputación, así que cuide que sus actuaciones permitan observar que usted conoce su significado y que la aplica en toda circunstancia de su vida.

“No te ganas la lealtad en un día. Te la ganas día a día”. Jef Gitomer

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