Controle el ruido en su negocio

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Llegó la temporada alta para muchas empresas, y tras un año difícil estas esperan que los días que restan sean de muy buenas ventas para mejorar el balance final.

Algo que con certeza podrá contribuir a estos logros es redoblar el esfuerzo para ofrecer un excelente servicio cliente. Es preciso insistir sobre este aspecto porque es reiterativo el escuchar las fallas en el servicio al cliente en la ciudad. Esta calificación se escucha sobre muy diversos sectores, pero especialmente se siente en el comercio.

Y se habla de servicio al cliente no sólo de la forma en que los empleados atienden a los clientes. Hay otro factor que los dueños, gerentes o administradores de almacenes y centros comerciales olvidan permanentemente, e inclusive lo consienten y promueven: el alto volumen del equipo de sonido y la música que utilizan para supuestamente atraer clientes o animar el negocio.

Es un error considerar que tal ruido es atractivo para los clientes. Por el contrario, los aleja, pues tal bullicio incomoda y hace que las personas quieran retirarse rápidamente del lugar y, por consiguiente, pierden oportunidades de venta. De otra parte, no prestan atención al tipo de música y desde que abren amenizan con música bailable, existiendo toda una variedad más adecuada para los diferentes momentos.

El equipo de sonido instalado a la entrada del establecimiento a todo volumen, y animado por un personaje que por un micrófono grita invitando a entrar, también es contraproducente.

Lo anterior, igualmente es válido para cafeterías, restaurantes y bares; los administradores deben tomarse un tiempo y leer sobre psicología del consumidor y aplicar lo correspondiente a los resultados de los estudios sobre el tema; es preciso tener en cuenta que las personas acuden a tales sitios no solo a consumir, sino también a conversar y compartir, pero por lo general esto es imposible, ya que los ambientes que se ofrecen impiden cualquier tipo de conversación. Parece desconocerse que la música bien utilizada es un deleite.

Lo anterior, no solo incomoda a los usuarios y aleja a los clientes potenciales, ya que adicionalmente es una falta de respeto con el vecindario del establecimiento. Esta contaminación auditiva incomoda la actividad de los demás e impide, en muchas ocasiones, el derecho al descanso y a la tranquilidad.

Hacer promociones o motivar al consumo no debe implicar hacer tanto ruido, considere otras posibilidades o por lo menos utilice un volumen adecuado. Recuerde que la calidad, la innovación y la mejora continua son dependientes; hay que buscar las mejores maneras que permitan conectar al cliente con el negocio de manera positiva. Haga de su establecimiento un sitio amable en que la gente quiera permanecer y regresar, y donde hacer compras sea también disfrute.

“La cultura refleja la personalidad de la organización”.  

marcruztol@yahoo.com

Credito
MARTHA CRUZ

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