Sea una buena anfitriona

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Posiblemente son varias las ocasiones en que usted debe actuar como anfitriona en eventos tanto personales como laborales y en todos los casos, su deseo será que se cumpla el objetivo de la reunión y que quienes asistan la disfruten y mucho mejor si tal actividad deja grata recordación.

Ser simpática no es suficiente para ser una buena anfitriona, es necesario conocer cuáles son los comportamientos que se esperan de ella y cuáles los aspectos que deben tener en cuenta para lograr un evento exitoso. Es preciso comenzar por tener claro que las reuniones corporativas y las particulares son de ámbitos diferentes y que cada una tiene sus requisitos y particularidades.

Para ser una excelente anfitriona en los eventos laborales, deberá cuidar ante todo la imagen de la empresa, estas reuniones exigen mayor rigurosidad en la organización, protocolo y manejo de los tiempos.

Si no está segura de cómo organizarlo, asesórese, no deje la planeación y el montaje en manos inexpertas que pueden hacerle cometer errores que afecten el nombre de la organización. En sus actividades personales este aspecto es más relajado, aunque siempre deberá estar atenta a los detalles de la planeación para que sus amigos o familia disfruten la actividad.

Una anfitriona siempre estará en el sitio del evento con suficiente anticipación a la hora fijada en la invitación y recibirá a sus invitados. Para lograrlo, es necesario que coordine los tiempos de peluquería, vestuario, desplazamiento y demás. Otros miembros de la empresa pueden colaborar en la tarea y acompañarla, pero no sustituirla.

Consiga quién haga la tarea de supervisar el desarrollo del evento o asigne a una persona para que permanezca atenta a todos los detalles, es de mal gusto que la anfitriona este revoloteando por el sitio revisando y coordinando aspectos del mismo, o dando instrucciones a meseros o a la gente de logística. En esos momentos debe dedicarse exclusivamente a estar al frente de los invitados.

Algunos tips…

Guarde su celular. Nada le puede hacer perder más puntos como buena anfitriona que el hablar continuamente por celular o pasar tiempo revisando y contestando mensajes, déjelo para otro momento o encargue a otra persona de que atienda el teléfono. Circule por el sitio y converse con diferentes invitados, no permanezca con un solo grupo o atendiendo a una sola persona así sea un personaje especial. Asigne a otro ejecutivo de la empresa para que le apoye en la atención de personalidades.

Si tiene que decir algunas palabras al inicio del evento, no abuse de su posición de anfitriona para hablar en exceso, prepare unas palabras cortas, concretas y amables, y tenga a mano el listado de las personas que deba saludar por protocolo, evite utilizar diminutivos y anunciar que está nerviosa.

A su vez, recuerde que al pasar a manteles usted es quien lleva la batuta y como anfitriona será quien inicia y termina la comida, no subestime el conocer las normas de la mesa, usted puede lucir muy bien, pero cuando pase a la mesa podría pasar un rato incómodo por desconocer ciertas pautas que al momento de actuar resultan muy evidentes.

Por último, pero no menos importante, es el atuendo que lucirá. Es uno de los aspectos en que más suelen fallar las anfitrionas, pues seleccionan el traje porque le gustó, por bonito, porque está de moda o porque cree que le queda bien, pero poco se ocupan de pensar en el principal criterio: que sea adecuado para la circunstancia y para el cargo que desempeña en la empresa.

Elija uno en el que se destaque como profesional, no necesita mostrar mucha piel; los vestidos con escotes, tirantas, largos, con transparencias, colores estridentes o brillantes están fuera de lugar. Lo anterior no quiere decir que el vestido deba ser aburrido o pasado de moda.

El anfitrión es una figura muy visible en el protocolo de un evento. Prepárese para brillar, posicionar su imagen personal y la de la empresa que representa, sentirse cómoda y hacer sentir bien a los asistentes

Credito
MARTHA CRUZ

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