Los visitantes en casa

Llega la temporada de vacaciones y con ella muchas personas aprovechan para viajar y con frecuencia en tales paseos suelen alojarse en la casa de sus padres, familiares o amigos, y en algunas ocasiones “caen” donde amigos de los amigos.

Muy posiblemente, estarán complacidos de recibirlos pero, para que puedan regresar y ser bien recibidos en otra oportunidad, deberán cuidar sus comportamientos de tal manera que todos se sientan bien y las incomodidades que puedan surgir se minimicen.

Recuerde que su visita representará ajustes en la cotidianidad de la casa, así que cuide aspectos como los siguientes.

Avise con suficiente anticipación su intención de viaje, sin importar que sea donde la mamá, familiares o amigos muy cercanos. Hay que contar con la disponibilidad para recibirlos, es posible que ellos también tengan planeado salir o que lleguen otros visitantes, entre otras situaciones.

Lleve algún detalle, así sea donde su familia. Aunque su estancia sea corta, tome la iniciativa de comprar algo para la cena, o lleve algo del supermercado que usted considere se puede necesitar o, si lo prefiere, invítelos a cenar fuera.

Arregle la habitación que le asignen, tienda la cama y no deje la ropa, maleta u otros elementos en desorden. Lo mismo con el baño, al usarlo no lo deje todo salpicado y en desorden, siempre recuerde soltar el agua, bajar la tapa y cerrar la puerta al salir.

Avise cuando salga de la casa y procure llegar a una hora que no implique para el anfitrión trasnochar esperando su regreso, o haga arreglos sobre la posibilidad de llevar llave, si es posible.

Evite hacer solicitudes fuera de lugar o incómodas, como pedir una comida especial, que le laven la ropa, pedir dinero prestado o la posibilidad de llevar unos amigos para una “rumbita”. Lleve todos los implementos de aseo, para que no tenga que pedir, crema dental, jabón o peine.

Sea amable cuando lo llamen a la mesa. Aunque, dependiendo del caso, es preferible programarse para comer fuera. Si no le gusta mucho la sazón, procure que no se note, y además tenga expresiones amables con los dueños de casa sobre los alimentos ofrecidos. Colabore con la recogida de los platos y si es el caso ofrézcase para ayudar en alguna tarea, especialmente si no tienen personal de servicio.

Cuide sus modales en todo momento, utilice las palabras “mágicas”, por favor, gracias, y con permiso. Recuerde que no es su casa.

Haga que su visita sea grata para que siempre sea bienvenido. Y cuando regrese a su casa, comuníquese con quiénes tuvieron la gentileza de recibirlos para reiterar su agradecimiento.

macruztol@yahoo.com

Credito
MARTHA CRUZ

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