Bienvenida su visita con niños

Parece que hoy la gente tiene menos tiempo para hacer visitas, sin embargo, es una práctica social que se debería cultivar pues es muy grato disfrutar de esos momentos de encuentro.

Para que las visitas sean placenteras para todos y usted siempre sea bienvenido al hogar de sus amigos o familiares, particularmente en el caso de que lleve niños, debe tener ciertos cuidados.

Los pequeños suelen ser inquietos, a ellos les gusta el juego y la acción y ya sabemos que no es fácil que permanezcan mucho tiempo quietos.

Por lo anterior, tenga en cuenta lo siguiente.

Primero, siempre es conveniente llamar a la persona que quiere visitar para saber si estará y si pueden recibirlos a la hora que piensan ir; además comentarle que irá con los niños, así dará tiempo para prepararse para atenderlos.

Antes de llegar recuérdele a los niños algunos puntos básicos sobre su comportamiento. Dígales que deben saludar, que no deberán correr por la casa, ni gritar y que al despedirse darán las gracias.

Este atento en todo momento de los niños, especialmente cuando no estén a la vista, no permita que jueguen con cosas o adornos que puedan dañar, es preferible que no vayan a las alcobas o lugares donde usted no los pueda vigilar. Ellos son su responsabilidad.

Si hay otros niños en casa preste especial cuidado para que no peleen y compartan los juguetes si es el caso.

Lleve algo de comer para ellos, así cuando le digan que tienen hambre les pueda dar rápidamente sin incomodar a la dueña de casa. Si los pequeños quieren ir al baño es preferible que los acompañe así puede revisar que el lugar quede limpio.

Procure que su visita no sea larga, los niños se pueden cansar, retírese antes de que comiencen a molestar. Y cuando se aproxime la hora de irse indíqueles que recojan los juguetes o las cosas que hayan desordenado y si es el caso el sitio donde comieron.

Con seguridad usted desea que sus niños sean bienvenidos en una casa y no que consideren su visita una pesadilla. Lo mejor para que los reciban con gusto es que desde muy pequeños comiencen a enseñarles los modales más elementales, así estos se convertirán en hábitos que harán de ellos unos niños amables, y unos jóvenes y ciudadanos respetuosos.

Credito
Martha Cruz

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