Cuántas veces se ha dicho que debe tomar un curso de sistemas, otro sobre cómo hablar en público, cómo administrar el tiempo; o que quiere ahorrar, hacer ejercicio, cuidar de su salud, pasar más tiempo con su familia, leer, ser cumplido en sus citas, o que va a cambiar de trabajo, iniciar una pequeña empresa, tomar vacaciones y viajar, etc, etc. Muy posiblemente, cosas como éstas y otras más, las ha dicho muchas veces y por mucho tiempo… y las sigue diciendo.

Postergar tareas necesarias es definido como un trastorno del comportamiento, según lo señala Wikipedia, y también se conoce como el hábito de procrastinar. Infortunadamente es un hecho muy común, a pesar del alto costo que puede implicar para las personas, no sólo por la ansiedad y el sentimiento de culpa que genera, sino también, porque en la práctica puede representar pérdida de oportunidades importantes que inclusive pudieran cambiar su vida.

Si bien, sentir culpa y recriminarse por ello no resuelve el problema, algo ayuda porque al menos puede empujarle a tomar conciencia de que algo debe hacer para superar esa incapacidad para dar el primer paso. Este puede ser: formular un “Plan de Acción” en el que ordene las prioridades e incluya las tareas con algún nivel de detalle y las fechas para cumplir, con un espacio para marcar cuando las ha cumplido y, si no lo ha hecho, la razón de ello. Ayuda mucho si al ordenar sus prioridades prefiere iniciar por algunas que sean más fáciles de cumplir y observar resultados; también le ayudará, si no se impone la responsabilidad de hacer muchas cosas a la vez, ni tareas, tiempos y costos, que desborden las posibilidades reales; no obstante, asegúrese que tampoco es tan laxa que no le deje ver los avances. Los resultados serán aún mejores, si comparte sus propósitos y su “Plan de Acción” con alguien de entera confianza que le ayude a monitorear sus avances y, de manera amigable pero firme, le recuerde los compromisos que se impuso y le ayude a analizar las justificaciones que señala para no cumplirlos, los cuales, a veces son disculpas carentes de validez.

Es cierto, lo más difícil es iniciar, por eso es allí donde debe aplicar su mayor empeño. Le ayudará pensar en lo que podría ser su vida si hace las cosas que se propone y, al lado, lo que será si no las hace. Piense que su vida no puede transcurrir sólo imaginando lo que puede hacer y lograr, recuerde que el tiempo y las oportunidades no dan espera, ellas siguen su curso mientras usted las ve pasar y, en estos tiempos, quedarse estancado es retroceder. Si otros lo logran ¿por qué usted no? Entonces, dese la oportunidad, inicie ya, y asúmalo como un reto, convencido de que su logro depende de usted y está a su alcance, utilice toda la energía, entusiasmo, fuerza de voluntad y decisión que seguramente tiene acumuladas, esperando que haga uso de ellas.

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