Esto es los que nos dicen expertos del Instituto de la Ansiedad y el Stress, que definió veinte reglas que de seguirlas, por lo menos diez de ellas, pueden mejorar nuestra calidad de vida.

Las resumo a continuación con el fin de que considere la posibilidad de incluirlas entre sus propósitos de cambio.

Hacer pausas de cinco a diez minutos cada dos horas de trabajo.

Aprender a decir No sin sentirse culpable. Querer agradar a todos es desgastante.

Planear el día y dejar espacio para los imprevistos. Concentrarse en una tarea a la vez.

Olvidarse de que usted es indispensable en su trabajo. Todo camina sin su actuación, menos usted mismo.

Dejar de sentirse responsable por el placer de todos.

Pedir ayuda siempre que sea necesario, pero pídala a la persona correcta.

Separar los problemas reales y prioritarios, de los imaginarios y secundarios, éstos le quitan tiempo para cosas importantes.

Esforzarse por descubrir placer en las cosas cotidianas.

Evitar involucrarse en las tensiones y problemas ajenos.

Comprender que algunas de sus convicciones inflexibles son un peso que le impiden avanzar.

Conocer la hora acertada de retirarse. Aléjese de las situaciones tóxicas.

No querer saber si hablaron mal de usted. Mejor recuerde lo que hablaron bien, con reserva analítica y sin creérselo todo.

No querer competir en todo. Eso es ideal para quien quiere quedar cansado o perderse lo mejor de participar y compartir.

Dejar la rigidez; es buena en las piedras, pero no en los seres humanos.

Pasarla bien. No deje una buena oportunidad de disfrutar momentos agradables.

No abandonar su fe

Entender que usted es lo que usted haga de sí mismo.

Si cree que debe incorporar en su comportamiento algo de lo aquí registrado, es el momento para hacerlo.

Procure vivir lo mejor posible mientras tiene vida y contribuir para que otros también lo hagan.

Es una buena reflexión para todos.