¿No quieren vender?

Con frecuencia, al entrar a algunos almacenes y observar la manera como los dependientes tratan al cliente, surge la pregunta: ¿será que no quieren o no necesitan vender?

A su vez se escucha a muchos comerciantes quejarse de lo malas que están las ventas, lo difícil que es la plaza y la baja en los consumos, entre otros. Es cierto, la gente está corta de dinero, reduce sus gastos y es más cuidadosa al invertir su plata, pero, también, muchas veces no se compra o se deja de comprar en ciertos sitios por el mal servicio de quienes atienden y, por supuesto, eso se siente en las cuentas al final del día.

Deficiencias en el servicio es uno de los factores que mayor impacto tiene sobre las ventas. Si bien hay muchos almacenes en los que ofrecen un buen servicio, los que no lo hacen dan lugar a que sea constante escuchar la queja del mal servicio al cliente en la ciudad.

Parece que los propietarios o administradores poco toman en cuenta el impacto del factor servicio sobre las ventas, incluso algunos no dan buen ejemplo y siempre le echan la culpa a las dificultades económicas en general. Lo cierto es que la gente necesita comprar y quiere comprar, pero también quiere recibir una buena atención.

De otra parte, el servicio de post venta, que es importante para fidelizar al cliente, también ofrece fallas, cambiar un producto o hacer efectiva una garantía se puede volver una pesadilla

Si se quiere mejorar las ventas ponga en práctica las siguientes sugerencias:

Haga una buena selección de los colaboradores, busque ante todo gente con buena actitud, la técnica de venta se la pueden enseñar.

Saludar y ofrecer una cara amable, es el primer requisito para una buena venta.

Esté atento a la forma en que se dirige a los clientes; hay que descartar el uso de términos como madre, monita, mamita, reina, linda, que son formas incorrectas para dirigirse al cliente; decir: señor, señora, don, doña o joven, es lo correcto. Tampoco procede tutear al cliente a menos que sea su amigo.

No se moleste si le hacen reclamos. Una queja es una oportunidad para mejorar el servicio y ganarse la voluntad del cliente, si la resuelve bien y ágilmente. Recíbalas sin agresividad.

Sea generoso con la información, eso le amplía las posibilidades de vender más.

Tener una empresa es más que tener un negocio. Las posibilidades de crecer, ganar posicionamiento, tener una buena imagen y ganar credibilidad tienen mucho que ver con la forma de responder de manera eficiente a las necesidades del cliente.

Es preciso trabajar en una mejor cultura de servicio y ello empieza con empresarios conscientes de que ante la cantidad de oferta en el mercado y la disminución de la demanda, la manera más práctica para marcar una diferencia es mejorar la actitud y el respeto por el cliente. Así, que en lugar de quejarse, mejore la manera de interactuar con ellos.

Asesora y formadora en Habilidades Sociales y Productividad Personal.

macruztol@yahoo.com

Credito
Martha Cruz

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