Peticiones al Niño Dios

En esta oportunidad propongo que escribamos una carta especial al Niño Dios, con peticiones de beneficio colectivo y no solo individuales.

Aun cuando pasen los años, en cada diciembre, jóvenes y mayores seguimos hablando de los pedidos al Niño Dios y aunque sea en broma, los adultos al igual que los niños, también hacemos nuestros listados en la Navidad.

Entonces, invito a que nos unamos en las siguientes peticiones:

Por sobre todo, por la paz de Colombia, cuya construcción requiere mucho compromiso con el país, sabiduría y prudencia, tanto de la dirigencia del país como de los grupos alzados en armas y de cada uno de los colombianos.

Adicionalmente, iniciamos año con Gobernador y alcaldes nuevos, por tanto, es bueno que pidamos para ellos mucha sabiduría, a fin de que puedan gobernar con justicia, equidad, humildad y transparencia y centren todo su esfuerzo en el aprovechamiento del inmenso potencial de la región, en beneficio de sus todos sus habitantes, sin discriminación alguna.

Pidamos también para que los empresarios asuman su responsabilidad de generar empleos dignos y que entiendan que aprovecharse de la necesidad de quienes necesitan trabajo, deprime la economía y conlleva un gran daño al entorno y a ellos mismos.

Pidámosle que todos aquellos que hacen daño a la ciudad (destrozando el mobiliario urbano, invadiendo el espacio público, botando basura por las calles o generando malestar, desorden y accidentalidad como malos conductores o peatones), entiendan que deben corregir esos comportamientos, no solo porque ello trae beneficio colectivo, sino también para ellos mismos y para sus familias.

Pidámosle que cada uno de los ciudadanos asumamos la responsabilidad de cuidar los recursos naturales, profundicemos nuestro compromiso con su defensa y abandonemos por completo aquellas prácticas depredadoras que tanto daño hacen a la humanidad.

Pidámosle que optemos firmemente por la solidaridad y el deseo de servir. Por una actitud emprendedora, constructiva y positiva, para superar la falta de compromiso, la negligencia y la envidia que rige la vida de muchos conciudadanos.

Pidámosle que seamos capaces de hablar menos y hacer más, mucho más y mucho mejor, por cada uno de nosotros, por la región y por el país.

En fin, Navidad es el tiempo ideal para reiterar nuestro pedido al Niño Dios, para que nos dé la sabiduría suficiente para asegurar que reconocemos las oportunidades y las aprovechamos de la mejor manera. También, para reconocer y agradecer al Dios de cada uno, por todo cuanto hemos recibido.

Finalmente, hago propicia esta ocasión para agradecer la generosidad de mis lectores al utilizar su tiempo leyendo estas líneas. Así mismo, pido para ellos, para el equipo del Diario y para los amigos y paisanos, que la salud, la paz y el amor, sean la constante durante el 2020. Feliz Navidad.

*Asesora y formadora en Habilidades Sociales y Productividad Personal.

Credito
MARTHA CRUZ

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