A usted también le llegarán los años

Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Esta es una época en que los adultos mayores son más vulnerables que nunca, en consecuencia es imperativo tener mayor consideración con ellos.
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La vida es sabia y suele devolver lo que se da, por ello es bueno que reflexione sobre cómo es su comportamiento hacia los mayores y se asegure de que los trata de la misma forma como usted espera que lo hagan cuando llegue a esa edad.

Insisto en este tema porque lamentablemente en frecuente observar el trato descomedido con los adultos mayores. Es igualmente triste que al interior de las familias esto ocurre sin que los padres, parejas o hermanos reclamen por un trato respetuoso para los abuelitos o mayores.

Tal parece que olvidan que ellos dedicaron su vida a cuidarlos, atenderlos y procurarles bienestar. Con frecuencia los ignoran o los tratan con absoluta falta de afecto y respeto; les fastidia la manera en que comen, la forma de hablar, el hecho de que no escuchen bien, que olviden las cosas o se muevan con lentitud.

Ese tipo de comportamientos son injustos y, por supuesto, usted no los quiere para sí mismo, así que revise su actitud y la de su familia y tome las medidas pertinentes. Considere los siguientes aspectos:

· Tenga calma y evite apresurarlos al caminar, recuerde que con la edad el ritmo cambia, y andar más despacio les evita riesgos.

· No se impaciente cuando tomen más tiempo para hacer algo que usted considera muy sencillo. Sus movimientos son menos ágiles y requieren de unos segundos más para moverse.

· Hábleles un poco más alto, pero no los grite, preferiblemente de manera que le vean la cara y vocalice bien. No se indisponga si debe repetir lo que les dice o pregunta, ellos tienen que hacer un mayor esfuerzo para oír.

· Si percibe que no entienden rápidamente lo que usted dice, no se disguste, repítalo despacio A veces su comprensión es más lenta. Esto es natural con el paso de los años.

· Su experiencia de vida es valiosa y con seguridad tienen muchas historias enriquecedoras para contar o puntos de vista interesantes. Escúchelos con atención y recuerde que su hablar se vuelve más lento. Tampoco se moleste si repiten esas historias muchas veces, es su forma de recordar el pasado.

· Ofrézcales una sonrisa, el brazo para apoyarse, un abrazo, una frase amable y cariñosa, o un beso, porque es cuando más necesitan de su afecto.

· No subestime ni ridiculice lo que dicen y no se burle de ellos, así no esté de acuerdo con sus ideas y le parezcan pasadas de moda. Respete sus conceptos, recuerde que tuvieron otras vivencias y tienen otros puntos de vista.

· Respete sus pertenencias, ellas son parte de sus afectos y quieren tenerlas cerca. Pida su opinión para tomar decisiones sobre tales elementos. Por más inútiles, viejos o deteriorados que los considere, no se los quite, bote o cambie de lugar.

· Comparta con ellos, inclúyalos en los programas familiares, ellos aún están vivos. Hágales sentir que los tienen en cuenta, no los aísle.

· No espere que hayan fallecido para enviarles flores, permita que las disfrute en vida.

Demuéstreles con frecuencia que los quiere y con ello agradecen lo que han hecho por usted. Que no le queden remordimientos cuando ellos mueran, de nada valen las lágrimas frente de su tumba, o los perdones que invoque por cuanto les hicieron o dejaron de hacer por ellos. Hágalo desde hoy y recuerde que también a usted le llegan los años, así que trate a los demás como quisiera que lo traten a usted cuando se encuentre en circunstancias similares.

Asesora y Formadora en Habilidades sociales y Productividad Persona.

macruztol@yahoo.com

Credito
MARTHA CRUZ

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