Hay una gran diferencia entre viajar en el auto propio o de la familia, donde lo comparte con gente cercana, a desplazarse en vehículos públicos donde usted lo está compartiendo con otras personas que le son desconocidas.
Ante la inmensa cantidad de conocimiento que se produce cada día, la velocidad del cambio, los entornos variables y las transformaciones del mercado laboral, como resultado de los avances científicos y tecnológicos, se hace imperativo fortalecer la capacidad de aprendizaje, que incluye desaprender y aprender a aprender.
La forma como los conductores manejan sus vehículos en la ciudad dice mucho de la cultura de sus habitantes y, por supuesto, también de su incultura. Al observar lo que sucede en Ibagué es fácil pensar que en esta ciudad el respeto y consideración por el transeúnte o usuario es mínimo. También éstos y otros actores juegan un papel transcendental y deben reconocerse y revisarse a fondo.
Pareciera extraño aplicar este concepto a los eventos, sin embargo de manera permanente se realizan actividades de diferente tipo y tamaño que pueden tener efectos negativos sobre el medio ambiente y las personas.
Con el propósito de hacer rendir la actividad diaria el desayuno de trabajo es un tipo de invitación que se volvió muy usual en las instituciones y empresas.
Una incorrecta comprensión de la modestia es, posiblemente, lo que hace que muchas personas respondan en forma inadecuada cuando reciben un cumplido, cuando exaltan su mérito, reconocen su esfuerzo, o le agradecen un favor recibido.
La percepción que una persona tiene del lugar al que llega, depende de la suma de varios elementos, entre ellos la calidad del hotel, lo sabroso de la comida, lo divertido de la rumba, la calidad del servicio que le ofrecen, la infraestructura y la estética de la ciudad y como factor fundamental, de la actitud de los residentes.
La mirada es un poderoso medio de comunicación, los ojos por sí solos tienen gran capacidad para transmitir emociones y sensaciones y sus expresiones son más difíciles de controlar que las mismas palabras.
Con frecuencia, al entrar a algunos almacenes y observar la manera como los dependientes tratan al cliente, surge la pregunta: ¿será que no quieren o no necesitan vender?