Evite que la rinitis alérgica sea su compañera inseparable

TOMADA DE INTERNET – EL NUEVO DÍA
No se debe aprender a convivir con la rinitis sino saber cómo tratarla y prevenirla a tiempo, de lo contrario puede convertirse en una enfermedad crónica.

 Las personas con síntomas nasales persistentes o repetitivos deben acudir al especialista para establecer con certeza si padecen rinitis, una patología que en su condición alérgica afecta al 22.6 por ciento de los colombianos, según la Asociación Colombiana de Otorrinolaringología, Acorl, que por estos días promueve una campaña nacional.
 

En nuestro país, gran parte de los afectados no tienen un diagnóstico ni reciben un tratamiento adecuado que ayude a controlar los síntomas.

De acuerdo con Tulio Roberto Jaramillo Villegas, presidente de la Junta Directiva de Acorl, la rinitis es una enfermedad “grave”, pues tiene alta repercusión en la calidad de vida de quienes la padecen. Sus síntomas incomodan, alteran el sueño y la actividad diaria normal. A largo plazo puede generar alteraciones dentales y de mordida por la respiración oral. En casos muy severos y debido a la alteración del sueño puede afectar el corazón y generar arritmias e hipertensión arterial o pulmonar.

Cuando la enfermedad ataca a los niños ocasiona problemas de aprendizaje, pérdida de la capacidad de concentración y disminución del nivel de energía.

        
¿Por qué se produce? 

La rinitis no alérgica se desencadena debido múltiples factores como olores fuertes, contaminación, humo u otros irritantes. También por cambios de temperatura y atmosféricos. Sus síntomas pueden también ocurrir como resultado del embarazo, trastornos de la glándula tiroides o como efecto secundario de ciertos medicamentos; mientras la alérgica se produce a causa de sustancias que desencadenan alergias llamadas alérgenos (sustancias extrañas que entran al organismo y generan una reacción inflamatoria en la mucosa de la nariz y senos paranasales), las cuales pueden hallarse tanto en interiores como exteriores.

La rinitis alérgica puede producirse por alérgenos exteriores comunes como polen de árboles, césped y malezas o moho presentes en el aire. Igualmente, por alérgenos interiores comunes como la caspa de mascotas, moho de interiores, excremento de cucarachas o ácaros domésticos del polvo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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