Armando Polanco el 'defensor' de la música antigua

FOTOS JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Temas de Carlos Roldán, de las orquestas Francisco Canaro, Osvaldo Fresedo, José García, Rafael de Paz, Gabriel Ruiz, y de artistas como Jacqueline François, y de la familia Garavito, comprenden la colección.

Las melodiosas voces de su madre y hermanos acompañadas de tiples y guitarras fueron introduciendo en el mundo de la música al abogado Armando Polanco Urueña, cuando apenas era un adolescente.

Él, que dice no fue dotado con buen oído sino de una extraordinaria memoria auditiva, tiene el privilegio de escuchar las hermosas canciones del pasado que perdurarán por siempre, gracias a su amplia colección.

Este hondano de nacimiento, e ibaguereño por adopción, atesora en su casa 78 mil temas, almacenados en miles de discos de vinilo, que empezó a adquirir desde 1957.

“Yo hablo de temas, porque cada disco contiene entre dos, cuatro y 20, y todos suman 78 mil, de variados géneros”, explicó al asegurar que tiene tango, música argentina, milongas, folclor suramericano, música ecuatoriana, mexicana, corridos, huapangos, sones huastecos; americana interpretada por las big band de los años 20, 30 y 40; francesa, española, italiana, venezolana y, por supuesto colombiana, de la cual se desprenden pasillos, bambucos y cumbias.

Según contó, a esta afición llegó siendo Juez de la República en Fresno, con la compra en Manizales de un LP que contenía la canción Por si no te vuelvo a ver, compuesta por María Grever e interpretada por Néstor Mesta Chayres.

“Siempre sentí un gusto especial por la música antigua, pero fue en aquella década que, con el inicio del long play, empecé a adquirirlos, luego de haber escuchado por años cantar a mi madre y hermanos temas de antaño, así como los programas que se difundían en Colombia, a través de las emisoras Nueva Granada y Nuevo Mundo”, mencionó.

Y agregó que: “Ese gusto se convirtió realmente en mi pasión en 1945, oyendo los boleros de Leo Marini, Fernando Torres, Hugo Romani, Gregorio Barrios, Pedro Vargas, Fernando Fernández, Néstor Mesta Chayres, Alfonso Ortiz Tirado, Elvira Ríos, Lupita Palomera y Eva Garza”, artistas que engalanan su colección.
    

Un museo para los oídos

La biblioteca del hogar de Armando Polanco Urueña y su esposa Lucía Cuartas está convertida en un museo para la memoria, tanto por los libros, registros fotográficos de Ibagué del siglo XIX y su vasta serie de discos de larga duración, cuyo número resulta incalculable.

Su colección comprende desde 1906 hasta entrado 1960 cuando hizo un alto en el camino, dejando de comprar, debido a la salida del mercado de estos discos. Tanto así que “no colecciono música del 70 para acá, ni me interesa oírla”.

“Todo este tesoro lo adquirí en tiendas que distribuían discos, otras en almacenes de antigüedades y en discotecas caseras, a estas últimas yo iba y compraba los discos que quedaron descontinuados y que a la gente no le interesaba conservar, hoy día esto no se puede hacer porque no se consigue por ejemplo una versión de la orquesta de Pedro Biava y de Luis Felipe Sosa”, indicó.

Como suele suceder, los miles de discos fueron adquiridos por Polanco Urueña poco a poco y con mucho esfuerzo, pues en sus inicios sus ingresos eran precarios, pero ni así podía evitar la tentación.

Ahora todo su legado se resume en piezas adquiridas en todas partes del mundo, entre las que destacan de París, Francia, Inglaterra, España, Italia, Portugal, Argentina, Chile, Ecuador, México, Nueva York y San Francisco, este último donde encontró en el puerto de pescadores cintas magnetofónicas del séptimo arte, entre ellas, las que contenían la banda sonora de El Mago de Oz, cantando Judy Garland, y de Serenata Argentina y Volando a Río de Janeiro.

¡Qué organizado!

Si bien es cierto, al hablar de sus discos Armando Polanco Urueña demuestra que tiene una memoria fotográfica, el verla también evidencia lo meticuloso que es con los detalle: cada disco ha sido numerado en orden ascendente, lo que le permite encontrar en cuestión de minutos el tema de su preferencia.

Para llegar a ello, ha hecho uso de la tecnología, creando una base de datos en el computador, en la cual está el número del disco, la posición dentro de la repisa, el título de cada tema y el intérprete.

“Con este sistema yo busco en el computador el título de la canción y éste lo manda al sitio donde está. Por ejemplo Vereda Tropical, es un bolero que tiene unas 55 versiones y todas las poseo, y cuando deseo escucharla busco y me sale los distintos intérpretes, orquestas y años, y yo sólo debo escoger cuál quiero”.

Melómano consagrado

Armando Polanco no sólo tiene sus discos para verlos organizados en dos amplias estructuras de madera sino que los escucha a diario, desde las 5:00 de la mañana.

Sumado a ello, pasa horas enteras grabando los temas en CD para compartirlos en cada reunión de amigos. De hecho, cada viernes al caer la tarde junto con su esposa, se reúnen en el Círculo Social de Ibagué, para escuchar distintas piezas y artistas con un grupo de allegados.

“En todas las reuniones nos vamos turnando quien lleva la música y pasamos unas veladas maravillosas”, indicó.
Y es que con sus amigos, además de compartir de las canciones, hablan de las estrellas de esa época, de ahí que como buen coleccionista investigue y conozca todas las biografías de la discografía, que le ha dejado bellos recuerdos, entre ellos, el haber conocido a dos grandes ídolos: Fernando Torres y Eduardo Farrés, durante un viaje a Buenos Aires.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios