Ibagué clamó por la paz con sinfonía de Beethoven

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
Fue una noche mágica, en la que nadie se quiso quedar por fuera. La carrera Tercera y la calle 11 se convirtieron en un río humano de seguidores atentos a cada nota de la presentación.

Sin palabras. Así quedaron los más de cuatro mil espectadores que presenciaron el concierto Sinfonía Ibaguereña por la Paz, en la que se demostró que la música rompe barreras y une corazones.

Un cielo despejado y una brisa helada fueron los cómplices de una noche mágica en la plaza Manuel Murillo Toro, en la que más de 200 músicos dirigidos por el director de orquesta Carlos Manuel Fernández, le dieron el mejor regalo a la ciudad en sus 463 años, con el estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven, llevando un mensaje de armonía y reconciliación al país.

La impecable presentación, que desde su inicio, con la ejecución de la Obertura Festiva op. 96 de Dmitri Shostakovich, erizó de emoción la piel de los espectadores, llegó a su instante más sublime en el cuarto movimiento de la obra más amada del repertorio orquestal-coral, al escucharse la música acompañada de las bellas voces de cuatro solistas: Beatriz Elena Mora, Adriana Montaña, Camilo Mendoza, y Andrés Mauricio Roldán, junto con un numeroso coro, cantando en alemán la Oda a la alegría.

En el último acorde de esta pieza estallaron cañones de confite, como símbolo de fiesta, celebración que se ratificó con la interpretación de tres temas de la música colombiana, El Contrabandista, de Cantalicio Rojas; San Pedro en el Espinal, de Milciades Garavito, y Colombia Tierra Querida, de Lucho Bermúdez, esta última que puso al público a cantar y bailar, haciéndole el coro a la soprano Beatriz Mora.

Es así que quienes tuvieron la fortuna de presenciar el espectáculo quedaron felices y regresaron a sus hogares convencidos de que Beethoven no está alejado, es para todo el mundo, y que Ibagué sí es la Capital Musical de Colombia.

Credito
REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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