Juliana Caballero incursiona en el teatro de comedia

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La modelo, exreina y actriz tolimense está dichosa en las tablas. Allí se siente como en casa, a la vez que asume el reto de dar vida a dos personajes en una misma obra teatral.

Juliana Caballero pasa por su mejor momento. Disfruta de la tranquilidad de la soltería y vibra cada noche con los aplausos de los seguidores del arte escénico bogotano.

La razón está en que retomó el trabajo teatral, o, como dicen algunos de sus colegas, volvió al templo del actor, y lo está haciendo con dos montajes, que la tienen “maravillada”.

Se trata de ‘Escenas de telenovela’ y ‘Como mi marido’, en las que se está redescubriendo como mujer y como actriz.

Para esta ibaguereña reconocida por sus personajes en ‘Mujeres al Límite’, ‘Tu Voz Estéreo’, ‘Amor Sincero’, ‘Ojo por Ojo’ y ‘La Playita’, el contacto con el público le da tanta emoción que la hace sentir plena.

Y lo mejor, dice, está incursionando en un género que le encanta: la comedia. Para su fortuna está alternando su tiempo en dos obras, de la mano de los reconocidos actores y directores Humberto Rivera y Víctor Hugo.

La aceptación de sus actuaciones ha sido tan buena que las propuestas están llegando. La más reciente de Casa Ensamble, cuyo guión será revisado la semana entrante.

El reto

En ‘Escenas de telenovela’ tiene el rol principal, Ana Carola, una diva que desencadena todas las situaciones.

Esta comedia, según contó, recrea todo lo que pasa en la televisión antes de que se haga una escena, de ahí el nombre.

Mostrarse sensual, pícara y traviesa hacen parte de su personaje, al igual que la soberbia y la antipatía.

Por su parte, en ‘Como mi marido’ desarrolla dos personajes, a una mujer y a un hombre.

“La historia se centra en una pareja de esposos, que están pasando por una crisis. La mujer pone una serie de trampitas a su marido para saber qué está pasando y ahí es donde entro yo en acción”, relata.

Lograr total credibilidad fue un trabajo bastante exigente, pues si bien el humor es clave, tuvo que buscar la voz y las poses indicadas para recrear a un caballero, sin llegar a caer en lo común, en el cliché.

Este personaje hace la contraposición a la mujer a la que también personifica, y en la que la feminidad se hace extrema.

“Pasar de ser un hombre a una mujer, la más femenina del mundo, toda una mujerona, es cautivante”, comenta.

“EL PÚBLICO SIEMPRE ES DISTINTO”

Juliana, ¿cómo ha sido

este proceso?

Fuerte, bastante largo y de mucho respeto, prácticamente desde febrero estamos dándole todos los días.

¿Qué representa para usted

pasar de la pantalla chica a

las tablas?

Una parte formativa muy fuerte, que me encanta y en la que cada día se descubre algo nuevo.

Creo que todos sentimos esa necesidad de hacer teatro.

¿Era como lo pensaba?

Por supuesto. Es algo que enriquece mi pasión, siento que lo necesito, me siento como en casa. Todo lo que implica estar en este espacio es indescriptible.

¿Nervios al salir a escena?

Sí, produce mucho susto. Esa primera salida al público es muy fuerte y no se me ha quitado... ¡Creo que no se me quitará nunca!

A esto agreguemos que el público siempre es distinto, al igual que las reacciones.

¿Algún amuleto?

Ninguno. Lo único es estar concentrada y antes de salir no quiero que me hablen.

¿Y para calmar los nervios...

Bailo un poco. Eso me relaja.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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