Ángela Viviana Gómez, ¿en su mala hora?

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La cara amable del gobierno Luis H. Rodríguez no pasa por su mejor momento. Desde junio pasado a la bella y carismática secretaria de Cultura, Ángela Viviana Gómez, todas las iniciativas por posicionar a la ciudad como un destino turístico no le salen como lo espera, es como si una ‘racha de mala suerte’ se hubiera apoderado de su ser o estuviera mal asesorada.

El primer evento de la lista, es el concierto del salsero Marc Anthony, que se pensaba batiría todos los récord en ventas, pero que a la final, si bien no fue un fracaso, tampoco fue un éxito.

Pese a que no fue ella la organizadora, sí contó con su apoyo y del Alcalde, considerando que esta presentación vendería a Ibagué ante el país.

Una serie de situaciones generaron temor de que el puertorriqueño no pisara tierra tolimense, entre ellas, que el empresario encargado de la venta de la boletería fue capturado en esta capital por estafa, proceso en el cual a la funcionaria, haciendo las veces de alcaldesa encargada, se le vio muy preocupada en el Palacio de Justicia revisando el tema de las actas de cumplimiento, y luego salió a dar parte de calma a los seguidores de la estrella, confirmando que sí habría concierto.

Como si esto fuera poco, a inicios de este mes su nombre se puso en la picota pública, luego de conocerse las intenciones de apoyar la gira de Juanes, que organiza el Tiempo, que llegaría a Ibagué el 9 de septiembre y para el que se estaba negociando un descuento, pues el diario vendía la presentación en 600 millones de pesos.

Ante las voces de rechazo de los distintos sectores, a través de un comunicado el Gobierno local lamentó la cancelación del concierto, echándole la culpa a los medios de comunicación y a las redes sociales.

En dicho documento se desmintió que el costo de la gira fuera el valor que en repetidas ocasiones había dado la jefe de la cartera Cultural.

Y para cerrar la racha, la figuración del Panóptico de Ibagué en la televisión nacional, donde en la serie ‘Fugitivos’, dijeron una verdad sin anestesia: que el panóptico se convirtió en un ‘cagadero’ de palomas, cuando la Secretaria lo había prestado pensando en que dirían maravillas, como dicen por ahí, “pensó que el Sol se podía tapar con un dedo” y “le salió el tiro por la culata”.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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