La beldad ibaguereña Vanessa Murillo experimentó el amargo sabor de la derrota en Granada, Meta, con el agravante de que no tuvo la oportunidad de dar la ‘pelea’ en el Reinado Internacional de la Cosecha Llanera.

Según la joven, quien llegó al certamen el miércoles con todas las expectativas de obtener la sexta corona de su carrera, esta vez en representación de Colombia, dijo haber sufrido todo tipo de malos tratos por parte de los organizadores.

Supuestamente hasta hambre y sed tuvo que aguantar, pero lo que más la indignó y la tiene pensando en instaurar una demanda es que el domingo, día en que sería adelantada la gala de elección y coronación, le fue informado que no habría concurso internacional.

Según ella, le notificaron que todas las candidatas incluidas las extranjeras debían disputarse la misma corona, y al exigir explicaciones de por qué se tomó tal decisión que la dejaba por fuera al haber obtenido el título el año pasado, la sacaron con policía.

“Salieron con el cuento que era todas contra todas.

“Ese día en la mañana hablé con el jurado y ellos me dijeron que dentro de las candidatas internacionales yo era la reina, pero que les habían dicho que yo no podía concursar”, dijo.

Además de los supuestos atropellos que debió soportar, Vanessa Murillo asegura que el veredicto que dio como ganadora a la representante de Valle estaba cantado, en razón de que momentos antes de la velada de coronación, vio como la joya real era retirada de la habitación de la candidata “que casualmente fue la niña que ganó”.

De ese hecho, dice, se percató al ser la última joven en abandonar el hotel donde se hospedaban.

Ante la gravedad de las acusaciones que hizo a su regreso la representante Pijao, EL NUEVO DÍA intentó fallidamente comunicarse con la organización que la convocó y con la Alcaldía de Granada, pero siempre la línea se enviaba a fax.