En una conferencia adelantada ayer, en la apertura del Auditorio del conocimiento Sena, el experto aseguró que la industria de la moda se ha convertido en un concepto banal, pero realmente es una de las tres necesidades del ser humano: “todos tenemos que tener techo, vestirnos y comer”, una de las cosas más importantes que tienen las economías del mundo entero.

Es de ahí que llamó a los empresarios a poner al consumidor en el centro de la ecuación, porque solo así podrán salir victoriosos en la creciente competencia.

“Yo sé que uno como empresario piensa en la rentabilidad, en las estructuras comerciales, en la construcción de marca, pero lo realmente relevante, lo que hace que las empresas sean sostenibles es la satisfacción del consumidor”, exhortó.

Poniendo a sonar la registradora

En términos económicos, indicó el Presidente de Raddar llenar este ‘deseo’ representa el 3.5 por ciento del gasto de los hogares colombianos.

Esta cifra nos ubica en el mismo nivel de los países desarrollados, pero con una ventaja muy grande que 10 años atrás con esta se compraban siete prendas, hoy 14.

La franja mundial de asignación de gasto para la compra de vestuario instala a Ecuador en un rango más alto, seis por ciento, dado los altos costos que tiene la ropa en el país vecino, frente a Estados Unidos con alrededor del 3.2 por ciento, Europa con 4.5 por ciento y México con cuatro por ciento.

En Colombia, en 2013 suplir esta necesidad representó una inversión cercana a los 14.7 billones de pesos.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

¿Qué está necesitando la gente?

Que se le escuche, se le entienda, se le analice y se le anticipe.

¿Cómo lograrlo?

Estudiando el mercado, conociendo el consumidor y entendiendo la dinámica que está requiriendo el sector.

¿Un consejo que debe convertirse en regla?

Como compradores actuamos de una manera, como consumidores de otra, pero si entendemos que somos los dos al tiempo podemos comprender de la mejor manera en qué punto del mapa del mercado está mi marca y mi consumidor y como estratégicamente lo puedo mover y aprovechar las condiciones del mercado.

¿En el ámbito nacional como está Ibagué?

Está muy cercano al promedio de la posición de comprador y consumidor nacional, teniendo en cuenta que posee unas particularidades que hacen que la moda se mueva de una manera distinta y lógicamente lo aleje de otro tipo de modas que puede estar ocurriendo en Bogotá o Pasto. Aquí la altura tiene mucho que ver en la ecuación.

Siento que están en un momento de transformación muy importante, están entrando muy bien las tendencias mundiales y han sabido adaptarlas a la realidad comercial.