Pasada la euforia por la celebración del cumpleaños 464 de Ibagué, algunos músicos y espectadores han empezado a criticar aspectos del concierto de gala ‘Música, Luz y Color’, que dirigió el maestro César Zambrano a petición de la Alcaldía de Ibagué.

Una aparente involución del montaje hace surgir una serie de interrogantes como el por qué teniendo la ciudad uno de los pocos Conservatorios del país, este no asume el liderazgo de un evento de tanta envergadura; y cómo surgió la Corporación Coros del Tolima, elegida por el gobierno Luis H. Rodríguez como operador de los recursos del espectáculo de aniversario.

La curiosidad se genera al recodar que como Coros del Tolima se le conocía a la agrupación coral que dio tanto reconocimiento a la región en el mundo, y cuyo nombre estaría siendo usado como marca por un particular, sin la autorización del Conservatorio del Tolima, entidad que está levantando una reconstrucción histórica para poder emprender una ‘batalla’ por la propiedad intelectual, según anunció el rector James Enrique Fernández.

El personaje tras esta corporación es el músico Jairo Alberto Bocanegra, quien en el concierto del pasado sábado, en que se interpretó como pieza reina la ‘Obertura 1812’, actuó como solista con su composición ‘Ibagué sueño encantado’, es decir, tuvo doble participación: como operador logístico y artista.

Preguntas y respuestas 

Rector James Enrique Fernández, ¿cómo le pareció el concierto de cumpleaños a Ibagué?

Muy bueno, los músicos son de gran calidad, y es un logro muy bueno que debe ir en crecimiento y responder a los principios de planeación para que cada año sea mejor e integre a la ciudad.

Entonces, quedó satisfecho...

Cada director es distinto, este año tuvimos al maestro César Zambrano dirigiendo su montaje y considero que es una persona con unas capacidades artísticas de altísimo nivel y un amor profundo por su tierra, en ese sentido es un baluarte que hay que reconocer. El año pasado el maestro Carlos Manuel Fernández, con un montaje distinto, entonces cada quien propone una estratégica artística.

Siendo el Conservatorio la institución insigne del Departamento, ¿por qué no asumió el espectáculo?

No es que no lo asuma, lo que pasa es que este es un evento que lo realiza directamente el Municipio, por política del señor Alcalde. Lo que hacemos es colaborarle en todo el montaje y las necesidades que pueda tener.

¿Están en condiciones de hacerlo, o nos les interesa?

No es que el Conservatorio no lo pueda hacer; de hecho la base de la orquesta tanto para la ‘Novena Sinfónica’, de Beethoven como para la ‘Obertura 1812’, de Tchaikovsky, en préstamo de instrumentos y artistas ha sido nuestra, solo que eso tiene una dinámica financiera muy distinta al manejo financiero que tiene la institución. 

Este es un evento que vale 300 millones de pesos y el Conservatorio no lo puede hacer con los problemas de recursos que tiene para funcionamiento, sin demeritar que es un buen evento y que ojalá se institucionalice, no solo con este Alcalde, sino con todos los dirigentes.

El tema económico fue el impedimento para que ustedes lideraran este concierto, ¿pero alguna vez presentaron propuesta a la Alcaldía para organizarlo y que ésta lo financiara?

Nosotros hemos desarrollado diferentes eventos con la Alcaldía, y en el del año pasado (la Novena Sinfonía), fuimos el operador logístico y financiero, es decir, el Conservatorio fue el operador de los recursos financieros del Municipio para poder hacer todo el andamiaje, porque a cada uno de sus artistas que hace parte del montaje se le paga unos honorarios por disposición y política del Alcalde.

¿Por qué sí el año pasado y este no?

Es una decisión directamente de la Alcaldía, de la manera como ellos tengan todo su proceso de contratación, dado que son autónomos en la realización. Nosotros estamos dispuestos como Conservatorio para uno y otro evento, y en este también hicimos un aporte muy grande a nivel de artistas e instrumentos que estuvieron presentes dentro del montaje.

James Enrique, ¿tiene conocimiento de que este año el operador logístico fue una entidad llamada Corporación Coros del Tolima?

No. Lo que pasa es que en Ibagué hay un fenómeno que es bueno e importante: hay muchas instituciones como la Efac, la Universidad del Tolima, etc, y manifestaciones artísticas, y algunas personas se organizan de diferentes maneras,  y esa designación de los Coros del Tolima es una denominación antigua que se tenía sobre una agrupación artística que estaba en cabeza del Conservatorio.

La institución también no puede pretender hacer toda la actividad artística de la ciudad, en unos somos operador, en otros logística y en otros aunamos esfuerzos artísticos, es decir, hay muchas facetas que el Conservatorio cumple dentro de la ciudad.

Como rector del Conservatorio, ¿cree que está mal que se utilice una denominación Coros del Tolima a beneficio de un particular?

Sí, pero eso ya es una polémica de orden jurídico, porque la persona que tiene registrada esa denominación en Cámara de Comercio le asiste, sino había otra denominación como tal; entonces como digo este es un problema de orden jurídico que tocará entablar.

¿Es decir que el Conservatorio peleará por la marca?

Estamos aunando esfuerzos entre varios actores como es la Dirección de Cultura Departamental, y unos personajes ilustres que quieren la conservación del nombre Coros del Tolima en cabeza del Conservatorio, entonces estamos revisando el tema para ver cuál es la  viabilidad que pueda existir, para hacer la solicitud de propiedad intelectual y derechos de actor a Cámara de Comercio.

¿Cómo sustentarán su autoría?

Lo primero que se está haciendo es un bosquejo histórico a través de un grupo de investigación del Conservatorio y a finales de este semestre tendremos todo el insumo de los coros del Tolima y, a partir de ahí empezaremos una reconstrucción histórica y luego jurídica para poder argumentar la pertenencia de esta denominación.