‘Pole Dance’ llegó para quedarse

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El baile de tubo no es solo sexy y divertido, sino además efectivo para tonificar, esculpir el cuerpo y subir el autoestima, por lo que no es extraño que más ibaguereñas se interesen en su práctica.

Nicole Rivera, cosmetóloga y administradora de empresas, y Diana García, docente de inglés, son dos de las más reconocidas instructoras de ‘Pole Dance’ en Ibagué, una disciplina deportiva que despierta intriga y, a la vez, muchas seguidoras.

Las razones de la popularidad que está causando esta técnica, aseguran las instructoras de Pink Vertical Fitness, radican en que en una sesión se puede quemar de 300 a 500 calorías, según la intensidad del entrenamiento.

“También mejora la figura y permite decir adiós a la celulitis y la flacidez en poco tiempo”, refieren.

Aunque en países como Estados Unidos es considerado un deporte, en Colombia y más aún en la capital tolimense el ‘Pole Dance’ es catalogado como un hobby, que combinando coreografía, fitness y yoga-pilates, permite al practicante elevar el sistema cardiovascular, mejorar la coordinación y la agilidad, al igual que le ayuda a disminuir el estrés y fortalecer el autoestima, por lo que es recomendado por algunos psicólogos para personas con cuadros depresivos.

Igualmente, contribuye a la corrección postural, tonifica brazos, glúteos, piernas y abdomen y mejora la expresión corporal.

Es precisamente bajo este argumento que cada vez son más mujeres las que asumen el reto de bailar en el tubo, algunas más allá de verse y sentirse bien pretenden sorprender a sus parejas, y para ello no adquieren la rutina sino que toman unas cuantas clases para aprender a exteriorizar la sensualidad, a través de movimientos con los que logren presentar un íntimo show erótico.

Disciplina incluyente

Diana García, quien considera el ‘Pole Dance’ un deporte de alto rendimiento, cree que otros factores que lo hacen llamativo es que no tiene restricción de edad ni peso, tal es el caso que en esta academia ibaguereña hay desde niñas de 10 años hasta mujeres que sobrepasan los 70 años.

Otro ejemplo, esta vez internacional que demuestra que este acondicionamiento físico es incluyente, lo da Lulú, una mujer de 29 años y 114 kilos de peso, conocida como la bailarina más pesada del mundo.

Abra su mente

Si bien para muchos aún el ‘Pole Dance’ es un simple baile erótico, el llamado de Nicole Rivera es a abrir la mente y replantear las creencias, para verlo como un divertido ejercicio, que ayuda a fortalecer todos los músculos, facilita la eliminación de toxinas, aumenta las capacidades cardiaca y pulmonar y la circulación sanguínea, a la vez que estimula la imaginación y la creatividad.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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