Último adiós a Julio Londoño

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Familiares y amigos despidieron a uno de los fundadores de EL NUEVO DÍA.

En una ceremonia oficiada por el sacerdote Ómar Sierra Castro, en la capilla de Los Olivos, amigos y familiares dieron su último adiós a Julio Alberto Londoño Botero.

El ingeniero civil, socio fundador de EL NUEVO DÍA, miembro de la Junta Directiva y el consejo de Dirección, además de columnista del diario, falleció el pasado martes, tras sufrir un infarto.

Durante el acto litúrgico, minutos previos a su cremación, el religioso oró por su alma y pidió que el Señor llene de fortaleza el corazón de sus familiares, entre ellos sus hermanos, hijos y nietos, para que puedan afrontar esta sensible pérdida.

A la vez que recordó que a pesar de que Julio Londoño ya no estará presente, vivirá por siempre en todos los recuerdos y enseñanzas que dejó en aquellos hombres y mujeres que tuvieron la fortuna de conocerlo.

La muerte repentina de un ser amado o amigo es un choque muy fuerte, pero debe ser aceptado como designio amoroso de Dios y comprendido como parte del ciclo de la vida, y como el renacer en un mundo nuevo: el celestial, convertido esta vez en un ángel, como de ahora en adelante, según el capellán de Los Olivos, será Julio Londoño, el hombre que cada domingo, a través de su columna La Calle, con franqueza discernía sobre los temas de la ciudad.

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REDACCIÓN SOCIALES

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