Obispo Orlando Roa Barbosa deja Ibagué con nostalgia

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Monseñor aseguró que mantendrá en sus oraciones a todos sus feligreses ibaguereños y les agradeció por el cariño que le han profesado.

Como palabras proféticas ve hoy el obispo Orlando Roa Barbosa, aquellas que le dio el nuncio Aldo Cavalli en 2012, cuando le notificó que su santidad Benedicto XVI lo había nombrado Obispo Auxiliar de Ibagué.

Lo anterior, porque en ellas le indicó que estuviera listo porque en cualquier momento la Iglesia lo enviaba a otra parte, y así es, este 17 de julio dejará la Capital Musical, la que ha sido su casa desde que era niño para residir en la ‘tierra del bunde’, ungido como Obispo de la Diócesis de Espinal, tras la asignación que le hiciere en mayo pasado el papa Francisco.

La misa de posesión se cumplirá el 18 de julio, contando con la presencia del nuncio apostólico Ettore Balestrero, el cardenal Rubén Salazar Gómez, unos 20 obispos de todo el país, y un amplio grupo de sacerdotes de Ibagué y Neiva.

En su nuevo cargo eclesiástico su principal reto, contó, será la promoción vacacional de toda la Diócesis y un acompañamiento muy cercano a los sacerdotes ya ordenados, “para promover la fraternidad sacerdotal, impulsar la formación del presbiterado y animar las comuniones”.

También tendrá como prioridades las pastorales familiar, juvenil y social, esta última en la que velará por el respeto de los derechos humanos, la promoción de la paz y en hacerle un acompañamiento a los más pobres, a los asentamientos indígenas y a los enfermos.

Sentida despedida

Monseñor Orlando Roa Barbosa, caleño de nacimiento, aseguró a EL NUEVO DÍA que dejar la Musical lo llena de nostalgia. “Estoy muy agradecido por el apoyo y cariño brindado y nos queda el compromiso de encomendarnos mutuamente en la oración. Yo los llevo presentes en todas mis oraciones, en mi mente y en mi corazón; espero que esas oraciones sean igualmente correspondidas”, dijo.

A la vez que indicó que al asumir este reto lo llena de alegría, fortaleza y de inmensa esperanza el saber que la Diócesis de Espinal pertenece a la Arquidiócesis de Ibagué, en la que trabajó por 31 años.

Esto le permitirá continuar cerca al arzobispo Flavio Calle Zapata, de quien dice está en condiciones de seguir llevando la obra, la tarea que una diócesis reclama desde el punto de vista pastoral y de animación espiritual.

Sumado a ello controvirtió a quienes dicen que el Arzobispo de Ibagué está delicado de salud, asegurando que se encuentra muy bien pese a que ha tenido algunas dolencias o “eventos pasajeros”, que no le impiden desarrollar sus funciones, más aún contando con el acompañamiento de un grupo de sacerdotes a los que les va delegando responsabilidades, y que lo apoya en la acción pastoral y la tarea evangelizadora.

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REDACCIÓN SOCIALES

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