Cuenta que su llegada a esta empresa fue gracias a un amigo que le dijo que había oportunidad de trabajar en lo que él conocía, pues en esos tiempos laboraba como mensajero de Telecom; así su trabajo fue indispensable para organizar las rutas y planificar las zonas de reparto.
Este repartidor de periódicos y cobrador de Suscripciones recuerda el primer día de labores, cuando empezaron a entregar las ediciones gratis y casa por casa: “La gente recibió el periódico con mucha expectativa, pues se trataba del primer diario de la ciudad”.
Su trabajo inicia a las 2 de la mañana, cuando en su motocicleta debe llevar los ejemplares a los puntos de venta y distribuidores de la zona que le corresponde; debe ser ágil en la entrega para que el periódico llegue al suscriptor a tiempo; los días de lluvia son algo complicados, pero siempre cumple con su deber.
También ha tenido momentos de susto, como la vez que intentaron robarlo o al principio, cuando casi lo vence el cansancio y en un microsueño alcanzó a caer en un hueco que lo despertó, para beneficio suyo.
“En una ocasión fui a hacer la entrega en una casa en el barrio Restrepo cuando vi que salío un muchacho corriendo, le iba a entregar el periódico y el piso estaba mojado y se resbaló; más adelante lo estaba esperando otra persona y era porque querían robar”, relata.
“También he presenciado muchos accidentes: cierto día un grupo de jóvenes pasaron al pie mío a toda velocidad y más adelante se estrellaron contra un poste”, puntualizó.
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