‘La Niña’ lo tiene llorando

El polifacético actor ibaguereño está pegado a la pantalla como un televidente más. Asegura que este rol es el más difícil asumido en su larga carrera.

Diego Vásquez está de vuelta en la pantalla chica, esta vez como el coronel Luis Barragán, el villano en la telenovela ‘La Niña’.Un acento santandereano marcado, un ímpetu de superioridad sobre sus subalternos y una sed de venganza que lo lleva a cometer las más bajas acciones, en su afán de desaparecer los fantasmas de su pasado, son algunas de las características de este personaje, que le ha costado lágrimas al talento ibaguereño.

Dar vida a este militar, un personaje de la vida real que enlodó la imagen del Ejército, dice Diego, ha sido de los más difíciles proyectos asumidos, y que lo tuvo todo el tiempo “en estado de nervios”.

Separarse de las emociones y distanciar el personaje del actor fue de las cosas que más le costó durante las grabaciones, iniciadas tras una minuciosa preparación física, técnica e intelectual en la que además de recibir inducción en manejo de armas y aprender lenguaje militar, tuvo que conocer las “flaquezas de la institución” y comprender la difícil situación que vive el Estado al trabajar con algunas personas que no conocen el significado del perdón.

Sintiéndose culpable

Buscando hacer una interpretación creíble, y que en cada escena implicara una escala humana llevó a Diego Vásquez a una alteración en su estado emocional.Tanto es así, que confiesa que en muchas ocasiones cuando terminaban las grabaciones se sentía la persona “más despreciable sobre la fas de la tierra”, y en cierta forma hasta llegó a percibir ese mismo sentimiento en el grupo de trabajo.

“Esa sensación de culpa me daba ganas de llorar”, cuenta al indicar que ‘La Niña’ le sacó más lágrimas fuera de las cámaras que frente a ellas.Ahora que la producción está al aire, esa melancolía por errores que no han sido suyos hasta le han valido una que otra burla entre sus familiares, quienes al verlo seco, fuerte y tajante, le indican que “tan machote y hombresazo que se ve y supieran cómo es en la vida real”.

Revisar cada capítulo también le ayuda a evaluar su trabajo, a autocriticarse y a revisar cómo encaja el coronel Barragán dentro de la historia, pues es la primera vez que está en un proyecto en el que no pudo ver las imágenes previo a la edición y salida al aire. Para él cada emisión es una sorpresa.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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