Desde los 11 años monseñor Flavio Calle Zapata sabía que quería dedicar su vida a la vocación sacerdotal; por ende, después de años de preparación y dedicación, fue ordenado sacerdote por el mismo Papa Pablo VI en su visita a Colombia.

Desde 1968, ha servido a la Iglesia y a la comunidad de manera desinteresada.

Por ende, sus 50 años fueron celebrados a través de distintos eventos en los que se le rindió homenaje al Arzobispo, que lleva 15 años en Ibagué escuchando, aconsejando y ayudando a los tolimenses que se han acercado a él.

Homenaje

La conmemoración dio inicio en el Teatro Tolima con un concierto en su nombre. Y prosiguió ayer con una solemne eucaristía que fue presidida por él mismo, en la que cientos de devotos se acercaron a festejar esta fecha tan especial.

A la celebración se unieron sacerdotes, monjas y monseñores de la ciudad, el departamento y el país, quienes quisieron acompañar al Arzobispo.

De esta manera, en el Círculo Social de Ibagué se congregaron los familiares, amigos y compañeros de la carrera del sacerdote para compartir con un almuerzo, que tuvo como antesala emotivos discursos como el de monseñor Gustavo Vásquez, quien destacó la amplia labor del Arzobispo en esta larga trayectoria.

Por otro lado, su hermano mayor Genaro Calle profundizó en la vida personal de monseñor Flavio Calle, en su discurso narró anécdotas de su niñez y la razón de la devoción de su hermano a San José; también agradeció a sus padres Pedro Calle y Celia Zapata, quienes desde pequeños les inculcaron su amor a Dios y al prójimo.

Uno de los detalles que resaltó del discurso de Genaro fue el momento en el que se refirió a la llegada de monseñor Calle a Ibagué como Arzobispo: “hace 15 años cuando mi hermano llegó a esta tierra que tanto queremos, estaba el doctor Jaramillo, quien lo recibió”, contó. Para ese entonces Guillermo Alfonso Jaramillo era gobernador del Tolima.

Regalo

Durante la ceremonia le fue obsequiado por parte del monseñor Miguel Fernando González, obispo Auxiliar de Ibagué, al arzobispo Flavio, un cuadro de su retrato pintado por Gabriel Atencio Ruiz. La obra reposará en el salón del trono de la curia arzobispal.