¿Cómo afecta el confinamiento a los niños?

Crédito: Tomada de Internet / EL NUEVO DÍA
El médico pediatra, Diego Mauricio Cardozo Rodríguez, del programa Madre Canguro del hospital Federico Lleras Acosta y coordinador de pediatría de la Clínica Medicádiz, habló con EL NUEVO DÍA sobre las afectaciones que ha traído consigo la pandemia en los más pequeños del hogar.
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Desde hace más de 10 meses que el Covid–19 llegó a Colombia, el país ha debido vivir distintas cuarentenas preventivas, confinamientos obligatorios y el traslado de actividades presenciales a la virtualidad, buscando mitigar el contagio de este virus.

Muchos sectores económicos y sociales se han visto afectados. Esto no ha sido ajeno para los niños, quienes de pasar tiempo con sus amigos en el colegio o  disfrutar compartir con sus primos y familiares, debieron adaptarse a una nueva realidad.

En algunos casos entre más pasan los meses hay niños que más se adaptan a vivir su vida a través de una pantalla, sin embargo no ha sido así en todos; muchos de los pequeños han debido enfrentarse a sentimientos de frustración, temor, ansiedad o desconocimiento de la realidad.

“Ya estamos viendo el efecto psicológico que está teniendo en muchos niños y en todas las edades. Al principio pensábamos que los más afectados iban a ser los mayores de cinco o seis años, pero en mi ámbito profesional veo como niños que han nacido en la pandemia no han tenido relación con ningún otro chico porque ni siquiera interactúan con sus padres o con sus primos”, afirmó Cardozo.

Por este motivo, el médico explicó las afectaciones que se pueden presentar según las edades y cómo a través de distintas actividades se puede combatir esta problemática.

 

Afectaciones según las edades

1.

Recién nacidos a dos años:  La falta de socialización puede interferir en el desarrollo de la parte neurosensorial de los pequeños, haciendo que no puedan ampliar su memoria al interactuar poco con sus seres queridos y no fortalezcan su lenguaje. Además su desconexión con el mundo exterior ha generado temor, resulta desconocido ver personas con mascarillas.

 

2.

De 2 a 5 años: En esta etapa es fundamental que los niños desarrollen aún más la parte neurosensorial, como es la percepción cognitiva, por lo que el juego es fundamental en este momento.

“Una de las metas del desarrollo es el juego. Los niños de la pandemia solo pueden jugar o con los padres, abuelos, o al frente de una pantalla; y los niños tienen que jugar con niños de su misma edad, interactuar; ellos tienen su mismo idioma y entendimiento”, refirió Cardozo.

 

3.

Después de los 6 años y adolescentes: Desde los 6 hasta los 13 años, los niños se han adaptado con más facilidad a la situación, saben sobrellevar la virtualidad y responder académicamente, no obstante se empieza a hacer necesario socializar con más compañeros de su edad.

Y, en el caso de los adolescentes, por ejemplo aquellos que terminaron su etapa escolar, debieron hacerlo desde el confinamiento, por lo que muchos creen que han perdido un año (2020) o año y medio de su vida.

“Todos fuimos adolescentes, sabemos que la parte final del bachillerato es algo muy importante para compartir y son las mejores riquezas que saca uno de las anécdotas escolares. Los chicos de décimo y once han tenido mucho impacto psicológico, debido a que es una brecha en su vida que no terminarán de elaborar”, comentó Cardozo.

Este impacto psicológico también ha afectado a toda una cadena escalonada que empieza por los estudiantes, hasta los docentes y padres de familia.

 

Recomendaciones

Por este motivo, el médico Cardozo dio algunos consejos o tips para tener en cuenta en distintos aspectos.

1.

Control del uso de tecnología y espacios abiertos:  Una de las grandes complejidades ahora es obligar a que los niños que no inviertan tanto tiempo en dispositivos electrónicos debido a que son los únicos medios por los que tienen contacto con la realidad; no obstante, siempre será necesario establecer unas normas y tiempos para tareas, así como para juegos. 

Estos últimos deben ser especialmente para fines de semana.

Igualmente, se hace necesario empezar a conectarse con la cotidianidad, por lo que salir a un parque o incentivar a que los pequeños hagan alguna actividad deportiva puede contrarrestar los efectos negativos del encierro.

“Los padres tienen que sacar a los niños a montar en bicicleta y hacer actividades deportivas para que no se aburran. Muchos llegan a mi consultorio con el estado de ánimo bajo y depresión, sobre todo los adolescentes”.

2.

Controlar la alimentación:  La ansiedad es una condición que está afectando sobre todo a los niños entre los 7 y 11 años, edades en las que tienen mucha energía para gastar pero no saben cómo hacerlo.

Por este motivo suelen apegarse más a la tecnología para aprovechar el tiempo libre, lo que genera sedentarismo y ganas de estar consumiendo alimentos, sumando a esto la obesidad.

“Se deben hacer actividades deportivas como sea; nosotros los padres debemos tener muy buenos hábitos en nuestra casa. No tener en nuestra despensa paquetes, ni galguerías, ni gaseosas”, refirió Cardozo.

Y puntualizó que no solo es exigirle a los más pequeños sino también como adultos ponerlo en práctica, de nada sirve prohibir si el niño no ve el ejemplo.

Igualmente, comentó que el consumo de agua debe ser fundamental todos los días, especialmente para los más ansiosos, el jugo se puede reemplazar por agua y las medias nueves o en las tardes incentivar el consumo de fruta.

3.

Uso correcto del tapabocas: Según el médico los niños ya comprenden el uso del tapabocas, en la práctica de este nueva realidad es algo que han aprehendido con facilidad; sin embargo, como adultos es necesario recordarles cómo es el uso correcto.

“Aquí el tema no es el uso del tapabocas sino saberlo utilizar. Que no lo cojan de la parte frontal que es donde está contaminado, sino por las cuerditas, decirle que cuando hagan deporte no estén con amigos no deben retirárselo”.

E igualmente aconsejó, desde su punto de vista personal, el uso de tapabocas quirúrgicos que se pueden cambiar constantemente, así como el lavado de manos mínimo de 20 segundos.

“Pienso que los niños han sido los más sacrificados de la pandemia y a los que más tenemos que devolverle la fe, confianza y el sentido de que ellos son parte de nuestro entorno y nuestras vidas. Tenemos que tratar que la huellas y cicatrices de esta pandemia que son para toda la vida sean lo menos perjudiciales posibles para ellos”.

Credito
Redacción sociedad

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