Tolimense es la primera latina en compañía internacional de ballet

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DIACada viernes, durante 10 años, Sharon viajó a Ibagué para prepararse en el ballet.
Con gran disciplina Sharon Manuela Gil Olmos, de 17 años, logró hacerse un cupo en la Compañía de Ballet Magnificat en Jackson Misisipi con la que soñaba con asistir desde que era una niña.
PUBLICIDAD

Como una joven perseverante, apasionada y agradecida, podría describirse a Sharon.

La mariquiteña de corazón nació en Girardot pero ha vivido toda su vida en la ‘Ciudad Frutera de Colombia’, donde se graduó el año pasado como bachiller del Gimnasio Campestre Beth Sharon.

Es una estudiante responsable pero sobre todo enfocada en sus metas, desde que tenía seis años se enamoró de la danza y supo que su proyecto de vida estaría enfocado en esta. 

“Realmente me di cuenta que estaba apasionada cuando ví una presentación en Estados Unidos de la Compañía a la que apliqué, quedé encantada en la forma en que todos bailaban, cómo se expresaban por medio de la música y desde pequeña sabía que era lo mío”, contó.

Por este motivo, lleva 10 años preparándose en la Academia de Ballet Michelle de Ibagué, quienes han asesorado su camino y fortalecido sus habilidades. 

No obstante, fueron distintos los obstáculos y retos que la joven debió superar para llegar hasta donde lo ha logrado. Sin duda alguna sin su disciplina y carisma esto no hubiera sido posible, en Mariquita no hay academias de este estilo, por lo que Sharon debió viajar todos los viernes y sábados de estos años de preparación a la Capital Musical. 

“Estoy súper agradecida por el apoyo de mis papás. Yo hacía tareas en el camino, viajábamos los viernes apenas salía del colegio, eran dos horas; tomaba clases en la academia hasta casi las 9 de la noche y me tocaba quedarme en hotel. Al otro día estaba ensayando hasta por la tarde y después nos devolvíamos otra vez a Mariquita”, comentó.  

Tanta es su pasión por el ballet, que sus padres instalaron en el patio de ropas de su casa un mini salón en el que ella pudiera practicar entre semana y así llegar a cada clase al nivel de sus compañeros.

 

Su acercamiento a la Compañía

Sharon tenía clara su meta, motivo por el que decidió también dedicarse a aprender inglés, idioma en el que ahora se desenvuelve muy bien.

Y es que desde que era una niña se internacionalizó. Cuando tenía siete años viajó a Estados Unidos a un intercambio en un colegio que duró tres meses, mismos que aprovechó para acercarse a academias de baile y nutrir sus habilidades.

También asistió a tres campamentos organizados por Magnificat, que aprovechó para perfeccionarse en la danza y así cuando decidiera presentar su audición lograr ser aceptada.

Cuando la joven recibió la noticia de aprobación estaba en Estados Unidos visitando a su hermana, en ese momento se encontraba también con su madre y no pudo evitar la emoción; aún le cuesta creerlo pero también sabe que es el fruto de tanta entrega.

“Quiero animar a todos los chicos y niñas que están en ese proceso del ballet, decirles que sí se puede aunque sea muy difícil. Imagínate en un pueblito chiquito y logré algo”, finalizó.

 

ballet

Fotos suministradas

 

Sobre su preparación

Durante seis años Sharon fue instruida por Claudia Patricia Torrado, quien siempre estuvo pendiente de su proceso.

Para la audición llevaba preparándose durante un año, aprovechaba un salón de madera ubicado en la Casa de Cultura de Mariquita para desarrollar sus asesorías virtuales con la Academia de Ballet Michelle.

Después de ser rigurosa para cumplir los parámetros de grabación de la audición, decidió hacerla en noviembre y enviarla.

“Logramos sacar un buen producto. Es bien complicada esta audición porque es un nivel bastante alto, por eso fue necesario practicar todo un año para poder conseguirla”, expresó Sharon.

Durante el último año contó con la asesoría de Nataly Montaña para la audición.

También aprovechó para agradecer a Jenny Gómez, directora de la Academia de Ballet Michelle, quien la apoyó siempre en este proceso. 

“Ella todo el tiempo estuvo pendiente de mí con los profesores, todas las fotos y videos, estuvo ahí al lado mío”.  

Sharon, quien se convirtió en la primera latina en ser aceptada en Magnificat, se preparará durante tres años en el programa de entrenamiento de la Compañía, cabe resaltar que la institución tiene reconocimiento internacional y se ha presentado con sus artistas en más de 40 países.

 

DATO

Duró un año preparando su audición para la Compañía. 

Credito
LINA FONSECA

Comentarios