Fueron días de trabajo comunitario para recuperar parte de la quebrada Hato de la Virgen, una labor apoyada por la Alcaldía de Ibagué, Cortolima y Corcuencas, y que ayer tuvo su clausura en la comuna Ocho.

Durante esta actividad, en la que se recogió una tonelada de residuos, se capacitó a los vecinos para que respeten y cuiden el medio ambiente, se generaron 280 empleos directos para residentes del sector, y la construcción de trinchos para prevenir deslizamientos de tierra.

El secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, César Augusto Gutiérrez Barreto, explicó en qué consistió este trabajo de recuperación del parque y la ronda hídrica, así como otras cuencas ibaguereñas, donde se recogió un total de 16 toneladas de basura.

“Este es uno de los 17 sitios intervenidos en el convenio 397 de la Alcaldía, cuyos aportes del Gobierno municipal fueron por $1.500 millones, Cortolima aportó un poco más de $700 millones y contrató a Corcuencas para el trabajo.

“Se intervinieron sectores en las comunas 3, 4, 6, 7, 9, 12 y 13, también las veredas Cay, Pastales, Villarrestrepo y San Bernardo. Queremos que todos seamos protectores y conservemos el medio ambiente, y que veamos estos ecosistemas necesarios para la subsistencia, para la vida”, indicó César Gutiérrez.

Ampliación del proyecto

La directora de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, Olga Lucía Alfonso Lannini, aseguró que debido al impacto positivo que se tuvo en esta fase, se tiene un nuevo presupuesto para continuar con otras obras de recuperación en la ciudad.

“Nos comprometimos a ampliar el proyecto, el Gobernador aportará recursos por dos mil millones de pesos, la Alcaldía invertirá $1.500 millones y la corporación $700 millones, para otras fuentes y reforzar las intervenidas.

“Desarrollar estos procesos nos deja conciencia y educación ambiental, porque son las comunidades las que hacen este trabajo y se comprometen a conservar nuestras cuencas”, apostilló la Directora de Cortolima.

Trabajo comunitario

Andrea Paola Galán García, vecina del barrio y quien hace parte del programa ‘Manos al Agua, Cuencas para la Gente’, se mostró complacida por la labor, y por la receptividad que tuvieron los niños, quienes aprendieron a conservar el agua y su uso eficiente, así como no arrojar basuras y escombros a los ríos y quebradas.

“Limpiamos las cuencas que están muy contaminadas, este fue un trabajo de dos meses, un proceso en el que ha sido importante la acogida de las personas, los niños se motivaron en el cuidado del medio ambiente, porque la naturaleza pide protección. Necesitamos que la gente entienda que no debemos echar basura, que protejamos nuestras aguas”, indicó Andrea Galán.