Fundaciones se unen para buscar recursos que permitan llevar tecnología a la escuela El Salto

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
Con la iniciativa se traza como objetivo llevar algunos equipos a la zona de páramo y reducir un poco la brecha tecnológica que existe.

A seis horas del corregimiento de Juntas, jurisdicción de Ibagué, y cerca al límite del Parque Natural Los Nevados, está ubicada la escuela El Salto, lugar al que llegan cinco niños con mucho esfuerzo para acceder a la educación. 

Allí en medio de un hermoso paisaje natural, los pequeños pasan los días con varias necesidades, pues  la distancia dificulta que se cuente con una mayor presencia de los entes gubernamentales.

 Sin embargo, gracias al interés y apoyo de diferentes ciudadanos, esta sede de la I.E. Técnica Ambiental Combeima, finalmente, se pudo iluminar con energía solar.

Este servicio fue posible por una persona que trabaja con energías renovables y ante las dificultades de la zona decidió hacer su aporte, iniciativa que tuvo el respaldo de varios ciudadanos.

Jorge Luis Torres Pardo, montañista, explicó que desde hace aproximadamente dos años y seis meses viene adelantando diferentes actividades para apoyar a los niños e incentivarlos a que continúen dentro del sistema educativo.

Añadió, que ahora que se cuenta con la energía, la meta es llevar herramientas tecnológicas para brindarles una enseñanza más lúdica, interactiva y recreativa a través de las TIC.

Así ellos tendrán “el mismo acceso que posee un niño acá, dentro de la ciudad”, comentó.

Para alcanzar este objetivo el colectivo Kinkajou Yanpax junto a la Fundación R-Planeta, Voces de Equidad y Red de Mujeres Viajeras por el Mundo, están invitado a hacer aportes económicos para recaudar $6 millones, recurso con el que se comprará  un computador portátil, un video proyector, un televisor y un parlante de sonido.

Elementos que permitirán un acceso al conocimiento de una forma más dinámica a través de libros virtuales y videos multimedia para los menores que cursan tercero, cuarto y sexto grado. 

“Son cinco niños de zonas aledañas y cada uno vive aproximadamente a 4 y 5 horas de la escuela, por ello, la institución también les brinda el hospedaje durante los días de estudio y los fines de semana vuelven con sus familias, pues es difícil que vayan y regresen el mismo día”, comentó Jorge Luis. 

 Y agregó, que han pasado por una lucha difícil para poderles brindar los espacios y un aula de clase digna, “porque al igual es un territorio muy alejado de cualquier entidad, son casi siete horas de camino, cuatro horas a caballo desde Juntas. Hemos ido trabajando constantemente con ellos haciendo actividades, donaciones de cuadernos y útiles escolares para que continúen con el estudio, que es un derecho fundamental”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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