En ‘desencanto’ quedó la temporada de subienda en Honda

Crédito: ARCHIVO / EL NUEVO DÍASe estima que durante el último mes y medio solo arribó el 20% de la cantidad de peces esperada para la época.
A comienzos de este año los pescadores de Honda tenían altas expectativas con la llegada de la subienda, sin embargo, la ilusión de tener una faena en el río Magdalena se desvaneció.
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A diferencia de otras épocas, en este 2021 la cantidad de peces que cruzaron por esta parte del río Magdalena fue mínima en comparación con años anteriores, hecho que generó que las ilusiones tejidas hace unas semanas desaparecieran. 

Raúl Rondón representante de la Asociación de Pescadores Independientes, Asopein, y vicepresidente de la Federación de Pescadores de Honda, contó con tristeza que las expectativas eran altas, ya que el gremio pesquero no se recupera del ‘golpe’ que dejó la pandemia.

“La situación es difícil, las antiguas subiendas se demoraban hasta marzo y podía haber pescado en abril, pero desde hace unos 15 años llegaba pescado terminando diciembre, empezando enero hasta febrero. Y ya en este mes realmente es muy poco lo que queda. 

“En este momento no son peces de subienda sino que es un pescado que por su naturaleza, de que empieza a crecer el río, comienza a rodarse, lo que uno coge es muy poco”, contó el pescador.

Otro de los fenómenos vividos es que se saca mejor provecho en las noches, “por ejemplo, ayer pesqué todo el día y cogí cuatro nicuros, mientras que por la noche hice una pesca de $50 mil, pero el pescado ya está un poco flaco”, comentó.

En esta época otro factor que juega en contra, es el aumento del nivel del río o la creciente, porque impide que los peces fluyan con facilidad. 

Al preguntarle al hombre qué puede pasar en la Semana Santa, época en la que el pescado es uno de los platos principales, respondió que “las expectativas aún estaban cargadas hasta esta semana, pero con el río crecido se hace más difícil”.

Rondón agregó que hay un ‘desencanto’ general, pues al no contar con esta fuente de sustento se necesitan otras alternativas, especialmente, en la actual época de crisis surgida de la emergencia sanitaria.

Y es que la preocupación de los pescadores de Honda no es para menos, pues las obligaciones económicas no dan espera, en especial las crediticias, “el banco da prórroga pero no perdona nada, la situación realmente es muy difícil para el gremio pesquero”.

 

Las otras preocupaciones

Al panorama también se le sumaría malas prácticas de pesca como la de arrastre y aunque están prohibidas por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, algunas personas sin importar los daños que se causan las utilizarían con frecuencia en otras regiones del país, situación que termina alterando todo el ecosistema y afectando a los pescadores artesanales.

Y entre los dilemas a los que se enfrentan diariamente los que buscan lograr una pesca sostenible, está atrapar tallas pequeñas en abundancia o unos pocos con los centímetros que establece la normatividad, pero en época de escasez las dudas las despejan la necesidad de llevar alimentos a casa, la de pagar arriendos y servicios.

De otro lado, al complicado panorama se le sumaría la construcción de represas que en concepto de Rondón influye notoriamente en contra de la estabilidad del río Magdalena, pues se aumenta en algunos grados la temperatura del agua y termina cambiando el recorrido del río, “mantiene cambiando su cauce normal, eso nos afecta mucho, a lo que se le agrega la contaminación, como los residuos sólidos que llegan a través del río Bogotá”. 

 

Malas prácticas

Y es que la escasez de pescado también se alcanza a evidenciar en las plazas de mercado de Ibagué, al consultar la situación con el alcalde de la ‘Ciudad de los Puentes’, Richar Cardozo, coincidió en que la subienda solo se quedó en expectativas.

“Los pescadores se quejan que ni siquiera ha llegado el 20% de pescado que ellos esperaban y también hay una manifestación por parte de ellos, que se debe a que en municipios ribereños de la parte baja de Puerto Boyacá, Puerto Serviez y otras poblaciones, se permite unos métodos no autorizados para la pesca, lo que hace que el pescado lo capturen en la parte baja y no esté llegando con el tamaño suficiente a Honda”.

El mandatario indicó que se busca aplicar medidas de responsabilidad para no capturar especies muy pequeñas y evitar que desaparezca un fenómeno como es la subienda, “ese es el clamor que tienen hoy nuestros pescadores”.

Ante la situación, Cardozo indicó que pidieron a la Aunap y a Cormagdalena, hacer un mayor acompañamiento, “más que tomar unas medidas correctivas, es hacer una vigilancia y capacitación continua a nuestros pescadores, que no es solamente coger el pescado en la inmediatez, sino que necesitamos que la subienda siga llegando todos los años, de que seamos responsables para que nuestros pescados no desaparezcan”.

Sin embargo, en medio de la preocupación se está hablando de que por el río Magdalena se estaría moviendo una nueva punta de peces.

“Nuestro llamado principal es a la Aunap, que es la autoridad que debe controlar ese tipo de pesca y el tamaño, que haga una vigilancia más constante y permanente, y sobre todo que se vean los resultados.

“Nos llegan muchos videos y fotos de personas que utilizan ese popular trasmallo y no pasa absolutamente nada, vemos que los operativos se concentran en la ribera del río, pero la parte seca no, directamente en el río y en ciertos horarios (pero no) en los que utilizan para hacer esta pesca que es inadecuada a nuestra forma de ver, como es la madrugada o en las horas nocturnas”.

 

Casa del pescador

Ante la situación, las diferentes asociaciones y pescadores de esta población señalaron que se necesita poner en marcha el proyecto de la Casa del Pescador, una iniciativa que busca reunir en un solo lugar diferentes servicios relacionados con el proceso de pescado, que permitirían generar 100 empleos directos y varios indirectos.

“Tenemos 12 congeladores, tenemos para enfriamiento, dentro de esa misma Casa hay seis paneles solares, cuatro congeladores para sostener con los paneles la cadena de frío, empacadoras al vacío”, contó Rondón. 

Aunque se tienen los elementos y un sitio en el barrio Caracolí, hace falta una fuente de energía especial para ponerlos a funcionar, por lo que los pescadores piden apoyo a los entes gubernamentales. Recientemente, se tuvo contacto con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, ahora se espera lograr un apoyo en corto tiempo.

Además de una actividad económica, el gremio pesquero también busca una alternativa de ecoturismo con la Universidad del Rosario por medio de la iniciativa ‘Atarraya y río’, de la misma forma, se quiere dar una oportunidad a los pescadores más antiguos para que compartan su sabiduría a través de la oralidad, “es importante para nosotros preservarlas y que ojalá no se olviden, porque las historias se están muriendo con los pescadores viejos, es preocupante, no queremos dejarlo perder”, concluyó Raúl Rondón.

Credito
Redacción Tolima

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