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En Ortega se adelantó una audiencia pública para hablar sobre el proyecto de acueducto regional Olaya Herrera – Canalies – Balsillas – Guaipá, una obra que se empezó a ejecutar en 2005 y en la que se han invertido alrededor de $3 mil millones, sin embargo, a hoy las familias del centro poblado Olaya Herrera y ocho veredas más, siguen esperando a que llegue agua potable a sus hogares.
A la jornada, que fue convocada por la Gerencia Colegiada del Tolima de la Contraloría General de la República, CGR, asistieron delegados del Ministerio de Vivienda, Gobernación del Tolima, la Edat, la Alcaldía de Ortega y Cortolima, entidades que hicieron diferentes compromisos.
En la intervención hecha desde la CGR se explicó que los ortegunos están frente a un ‘elefante blanco’, pues a pesar de la significativa inversión de dineros públicos, hay estructuras inconclusas que no están prestando beneficios.
Igualmente, se mencionó que es indispensable que las comunidades accedan a agua de calidad, para ello, se requiere de una planta de tratamiento y continuidad en el servicio. Además, una de las precisiones hechas por el ente de control, es que hay dos veredas de las ocho a las que no les llegaría el agua desde el acueducto regional.
De la misma forma, se hizo referencia a que será necesario hacer un cobro de facturas del suministro de agua, pero a un precio justo.
La delegada del Ministerio de Vivienda, recordó que hace más de una década se estableció un convenio con Fonade hoy Enterritorio, para la ejecución de una primera etapa. “Las obras se ejecutaron y terminaron en 2009, se cuenta con un acta de liquidación, las cuales fueron entregadas al municipio.
“Nosotros desde el Ministerio lo que hacemos son apoyos financieros de agua potable y saneamiento básico, pero no somos los encargados de la operación y el mantenimiento de los sistemas, porque la ley dice que el responsable debe ser el Municipio”.
Añadió que desde el momento de entrega, la Administración municipal era la responsable de que lo construido no quedara como ‘elefante blanco’, pues debía garantizar su operación. Recordó que la finalidad de la inversión es entregar agua potable, intención que viene desde hace 15 años.
Según datos conocidos por esta redacción, la primera fase del proyecto a la que hace referencia la representante de Minvivienda, fue la construcción de una bocatoma, un desarenador, un tanque de 250 metros cúbicos y la extensión de 20 kilómetros de redes de conducción y distribución, estructuras que fueron arrasadas por la creciente del río Macule, por lo que tuvieron que ser reconstruidas.
Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, la recomendación desde el Ministerio es crear una vez más, un proyecto “con diseños de calidad, porque de eso depende el resultado y éxito de este proyecto”.
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