En Flandes, alcantarillado debe ser prioridad

Se estima que cerca del 70 % del municipio tiene problemas de alcantarillado.
Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍASe estima que cerca del 70 % del municipio tiene problemas de alcantarillado.
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Con el paso de los días la situación en barrios como La Esperanza es más álgida, motivo por el cual desde diferentes sectores se pide declarar la emergencia sanitaria.
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Con un alcantarillado en alto deterioro y un servicio deficiente de agua en diferentes sectores, entró en operación la empresa privada Aqualia Flandes S.A.S. - E.S.P., una entidad que llegó a la población flamenca a través de un proceso de contratación adelantado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, Superservicios, en medio de fuertes cuestionamientos y críticas.

Por medio de un comunicado de la Empresa de Servicios Públicos de Flandes, Espuflan, firmado por María Ximena Gómez Albarello, Agente Especial, informó que a partir del primero de octubre, el acueducto y alcantarillado quedaba a cargo de Aqualia Flandes.

Dicho anuncio generó expectativas entre la comunidad, pues son varios los problemas neurálgicos que en su percepción se deben atender con inmediatez.

Se hará seguimiento

Marcelino Abril, habitante y veedor de este municipio, indicó que desde diferentes organizaciones ciudadanas están atentos a lo que suceda con la nueva empresa, pues lo que más se requiere es un operador que brinde un buen servicio “y que no se vaya a desbordar, sobre todo en el tema de tarifas, que es lo que más tiene en expectativa a la comunidad”.

En este tema, los requerimientos no son pocos, ya que desde hace tiempo los residentes de barrios como Villa Magdalena y Villa Lucía, no cuentan con un servicio eficiente de agua, pero sí reciben mensualmente el cobro. “Aspiramos que con estas empresas se les empiece a regular el servicio a las comunidades más desfavorecidas”, precisó Abril.

Otra de las tareas que se deben emprender es la revisión del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado, ya que gran parte de las redes están colapsadas, tanto así que se viene solicitando declarar el municipio en emergencia sanitaria.

“La gran mayoría de barrios tiene el sistema colapsado y es un problema muy crítico sobre todo cuando llueve, por ejemplo, llueve hoy y duran 15 o 20 días (con el agua) rebozándose, devolviéndose por las casas porque la capacidad del alcantarillado está colapsado”.

Esta situación se convierte en un detonante para la proliferación de enfermedades debido al mal olor y a las condiciones de las aguas negras. Entre las zonas más críticas están los barrios La Esperanza, Iqueima y Aprovitef, que conforman una especie de triángulo en el que el alcantarillado está tan deteriorado, que hace unos meses una retroexcavadora, e incluso un vehículo que transportaba gaseosas se hundió en el asfalto.

“La comunidad está en esa expectativa, de que el servicio mejore y que el costo mantenga su normalidad, que no vayan haber cobros excesivos y que los arreglos para la mejora de prestación de servicios que se tengan que ejecutar, se empiecen a realizar”, precisó el veedor.   

Solicitud de declaratoria de emergencia

El concejal Duván Díaz Herrera comentó que la nueva empresa adelanta el proceso de empalme en medio de gran hermetismo, igualmente, mencionó que los habitantes están a la espera de que se garantice un buen servicio, especialmente, en el alcantarillado, “donde Flandes presenta grandes falencias y necesita una total inversión”.

El cabildante coincidió en que en diferentes barrios se debe “rogar para que no llueva”, porque las aguas negras se devuelven por el alcantarillado, motivo por el cual se ha hecho énfasis en buscar soluciones a la nueva empresa y recordó que incluso se viene insistiendo en la situación desde que Espuflan estaba intervenida por la Superservicios.

También se pidió el apoyo a la Gobernación del Tolima para atender puntos críticos como son los barrios La Esperanza, Las Quintas que padece por inundación total durante el invierno y en Las Orquídeas. Díaz Herrera señaló que en el caso específico de La Esperanza se solicitó una declaratoria de emergencia sanitaria.

“Se pidió la declaratoria por el colapso de la red de alcantarillado (con) las lluvias y aguas negras, donde podemos verificar que en este barrio se le están devolviendo las aguas negras, las heces, por su mismo sistema de alcantarillado, por sus baños, no se puede utilizar el agua potable porque ha sido, en unos sectores, contaminada por este hecho.

“Se presentan malos olores y con la Secretaría de Salud del Municipio se han hecho seguimientos para evitar posibles epidemias, el estancamiento de estas aguas y los malos olores son bastante evidentes”. 

Igualmente, indicó que en su momento la Superservicios argumentó en que se requería de un privado para garantizar un aporte proyectado en $58 mil millones para adelantar intervenciones en acueducto y alcantarillado, sin embargo, Aqualia Flandes S.A.S firmó un contrato $13 mil 500 millones, “ahí empezamos con un tema de falencias por parte de la garantía que estaba brindando la Superintendente para el tema de Flandes”, puntualizó.

Desde el Concejo y las veedurías se hará un seguimiento constante a la operación de Aqualia Flandes, tanto en la prestación de los servicios, como en las inversiones proyectadas por la Superservicios y que justificaron la llegada de un privado al municipio.

¿Y el tema laboral?

 

Otro factor que entra en juego es el de los empleos que tenía Espuflan, en diálogo con José Asmed Ospina, representante del Sindicato Unitario de Trabajadores del Estado, Sunet, indicó que los trabajadores se habrían dejado “persuadir” por lo que no volvieron apoyarse en Sunet.

Igualmente, dijo que en este caso aunque se habla de un finalización de contratos de manera concertada, realmente habría sido bajo presión, “la Superintendencia se impuso por encima, donde vino y amedrentó a los trabajadores diciéndoles que si no se acogían al plan compensado, se iban sin nada. Situación que no compartimos”.

Ospina reiteró que se estaba frente a una sustitución patronal pactada y estabilidad reforzada, por lo que Espuflan no los podía retirar. Sin embargo, al final se liquidó a todo el personal y solo se habrían vinculado a la nueva empresa alrededor de 20 personas, a las que al parecer les cambiaron las condiciones salariales, no cuentan con convenciones colectivas, ni tampoco con el derecho a la asociación sindical.

Y teniendo en cuenta que Espuflan sigue operando el servicio de aseo, allí quedaron dos trabajadores vinculados a Sunet.

Finalmente, agregó que después de siete años de intervención forzosa por parte de la Superservicios, la crisis financiera se agudizó y las deudas aumentaron, “salió más caro el remedio que la enfermedad”, comentó. 

DATO

 

En la Asamblea del Tolima se aprobó ayer un debate de control político a Espuflan para evaluar lo que dejó una prolongada intervención forzosa por parte de la Superservicios y el futuro de los servicios públicos en manos de un privado. 

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Credito
Redacción Tolima

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