Daniela Olivar nos enseñó a escuchar con el alma

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Sin precedentes fue la final del certamen regional del folclor. Lágrimas y agite de manos marcaron una corona, que reivindica a la comunidad con discapacidad auditiva, no solo del Tolima sino del país.

Daniela Andrea Olivar Vallejo marcó historia: es la primera tolimense con limitaciones auditivas que se alza con la corona del Folclor, en 44 años de Festival, y quizá es la primera en Colombia en consagrarse en un certamen no llamado para personas con discapacidad.

La noche del viernes será imborrable de la memoria de todo aquel que disfrutó de la velada de elección y coronación en la concha acústica Garzón y Collazos. Ese día cada uno de quienes la observaron ya fuera en directo o a través de las redes sociales quedó impregnado de un talento y un potencial inspiradores, que logró que el veredicto fuera inapelable.

Desde su arribo a Ibagué, en representación de Espinal, despertó los más puros sentimientos de admiración y fascinación entre los seguidores del Reinado Departamental, quienes al verla bailar y tocar tiple con tal precisión se olvidaron de su condición, una discapacidad, generada por una afección sufrida a los pocos días de haber nacido.

Efecto Daniela

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Para esta joven, de 18 años, al igual que grandes personajes como el músico Ludwig Van Beethoven y el inventor Thomas Alva Edison, el no escuchar no fue impedimento para cumplir sus objetivos, sino más bien un arma para demostrar que las limitaciones son simples estados mentales.

Es precisamente con muestras de virtuosismo que Daniela Andrea, desde muy niña está concentrada en buscar la reivindicación de la comunidad sorda y, a su vez, en demostrar a aquellos en su misma condición que Dios los privó de un sentido, pero los dotó de uno más valioso: la fortaleza, virtud que les debe dar la valentía para dejar de ver con preocupación su futuro, como expresaron sus padres, Jorge Eliécer y Andrea del Pilar.

Emocionada por el segundo triunfo de su “niña” -el primero fue en 2015, cuando arrasó en el Reinado Municipal del San Pedro en El Espinal- la pareja en medio de llanto de orgullo aseguró que su victoria es el trabajo en equipo, y la representación de la constancia y la perseverancia que la beldad ha mantenido desde su infancia, cuando viendo las transmisiones por televisión de concursos de baile y reinados comenzó a dar muestra de que sus ojos son sus oídos.

“Ella lo visualiza todo, y recuerda con una precisión incomparable los tiempos de la música”, relató su padre, al contar cómo en familia descubrieron que Daniela nació con un talento especial, que no ha cesado en desarrollar, y con el cual enseña a escuchar con los oídos del alma, como si su personalidad y habilidad artística actuaran como un imán.

En esto concuerdan con la reina, quien luego de conocer el veredicto expresó que le atribuye su éxito a que se enfocó a que su cuerpo transmitiera lo que la danza le produce. “El baile lo vivo, lo siento y lo percibo a través de las vibraciones de mi cuerpo”.

Con ese mismo efecto que logró en la Concha Acústica espera regresar el 3 de julio, para enamorar y conquistar la corona nacional.

Aunque, aseguró, no adelantará nada de su espectáculo para no romper la sorpresa, sí anunció que dedicará estos días para revisar con su grupo acompañante “en qué hay que mejorar”.

“Amo el folclor y quiero que toda Colombia lo conozca”, como lo demostró con su manifestación ‘El verdadero San Pedro se vive en Espinal’, una danza festiva y amorosa, creada por su director Carlos Yonhson Morales, junto con su bailarín Cristina Hernández, de la mano de las agrupaciones coreomusicales de la Casa de la Cultura de la ‘Tierra de la tambora’, con la que enamoró al centenar de espectadores que asistieron a la coronación, quienes de pie con agite de manos avalaron la decisión del jurado, un veredicto, en palabras de su mamá, “justo y merecido”.

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Corte real

A la señorita Espinal la acompañaron en el cuadro de honor las representantes de Rovira, Nikoll Viviana Moncaleano, en quien recayó el título de virreina, e Ibagué, con Angie Alejandra Sarria, como primera princesa.

Igualmente, las embajadoras de Mariquita, Jenny Patricia Guzmán, y Alpujarra, Leidy Katherine López, quienes debieron conformarse con el rótulo de segunda y tercera princesa, respectivamente.

Las integrantes de la corte real Departamental del Folclor fueron, sin dudas, las candidatas cuyas actuaciones  fueron las más sobresalientes en la disputa real; quizás, solo una de ellas, podría ser considerada como el palo de la noche: Alpujarra.

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Nikoll Viviana Moncaleano Patiño fue la última candidata en presentarse, y dejó al público con ganas de más. La virreina se la jugó con la ejecución de la manifestación dancística ‘Folclor de mi tierra’.

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Con una rumba campesina, llena de ritmo y sabor, la señorita San Sebastián de Mariquita, Jenny Patricia Guzmán, subió la temperatura en la Concha Acústica. 

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La energía y la proyección de la muestra ejecutada por la señorita Ibagué, Angie Alejandra Sarria, la ubicaron como princesa.

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Sensación del Swing demostró su habilidad dancística interpretando mambo, salsa y bachata. Su número de baile fue espectacular.

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Leidy Katherine López Acosta, señorita Alpujarra, conquistó al jurado con un homenaje a su municipio, a través de sanjuanero y bambuco fiestero.

Credito
EL NUEVO DÍA

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