La alegría y color que caracterizan cada departamento del país, se exhibió por las principales calles de Espinal, durante el desfile en traje típico de las candidatas al Festival Nacional del San Pedro.

Las 13 jóvenes acompañadas de sus comparsas entregaron lo mejor de su talento y deleitaron a los espinalunos y visitantes, quienes se dejaron contagiar de ritmos típicos de pulla, cumbia, champeta, pasillo y el bambuco.

Esta actividad que se efectuó ayer, presentó algunos lunares como el retraso de una hora al momento de su inicio y el desconocimiento de algunas bandas, que hacia las 10 de la mañana no les habían confirmado a qué candidata debían acompañar.

Superado los impases, se dio marcha a las comparsas que procedían de lugares tan distantes como el Putumayo, Guajira, Córdoba y Magdalena. Ellas, además de acompañar a las candidatas, también tuvieron la oportunidad de competir para definir cuál era la mejor del país.

Un ejemplo de estos visitantes es la danza de la Marimonda de Barranquilla, grupo que gastó 18 horas de viaje para llegar al Tolima y que compitió con los bailes de Fandango y Porro. A pesar de los 28 grados de temperatura lucían con tranquilidad su traje típico de marimonda, el cual estaba conformado por una careta, chaleco, camisa manga larga, corbata, pantalón y medias.

Semillero de cultura

Además de los visitantes, un grupo que se robó las miradas y aplausos de los asistentes, fue el de los matachines de las danzas de la Casa de la Cultura, Concepción Álvarez, escuelas de formación, el cual tiene las categorías infantil, prejuvenil y juvenil. En total hay 140 niños y participaron en el desfile alrededor de 40 menores.

“Tenemos niños desde los cuatro años de edad hasta los 18, vienen de la zona urbana y del área rural. Los menores de Espinal aman las danzas y el folclor, por eso siempre quieren estar involucrados en este proceso”, contó Jorge Eduardo Galindo Bejarano, instructor de la Escuela de Formación.

La música clásica, folclore del centro del país

Tatiana Alejandra Rodríguez, señorita Bogotá, y Kelly Jhoana Peña Hernández, representante de Cundinamarca, trajeron con sigo los vals y pasillos, ritmos suaves y pausados, que retraen a la memoria, la elegante Bogotá de comienzos del siglo XX.

Música moderna también es cultura

Bolívar fue una de los departamentos que se arriesgó a presentar una coreografía de movimientos modernos y ligeros. Con música de champeta, prendieron la alegría por las calles espinalunas. Las bailarinas con sus movimientos se robaron las miradas de los asistentes. El despliegue de energía también lo hicieron con ritmos tradicionales de cumbias. Por su parte, Cauca hizo lo propio con una presentación llena de colorido y esplendor.

¡Se lo vivieron y gozaron!

A pesar de la alta temperatura, las reinas disfrutaron del recorrido que duró cerca de dos horas. Durante este tiempo, derrocharon sonrisas, besos y saludos cariñosos, a todas aquellas personas que con paciencia, esperaron la caravana.

Asimismo, permitieron que chicos y grandes las detuvieran por unos cuantos segundos para tomarse la ‘selfie’ del recuerdo. Es de resaltar, que a pesar de que la gente estaba sobre los andenes sin ningún tipo de barandas que restringiera el paso sobre la vía, no hubo interrupciones prolongadas. Por el contrario, aprovecharon esta oportunidad para estar cerca de las reinas con el respeto que merecía la ocasión.

La cotidianidad; fuente de inspiración

Una vez más los tradicionales tractores, dejaron las labores agrarias y se transformaron en vehículos vistosos disfrazados de caimanes gigantes, agricultores, sombreros, alpargatas, matachines, además pasearon figuras gigantes como la del indio Pijao, San Pedro, James Rodríguez y las carrolejas.

Se alcanzaron los objetivos

Para el alcalde de este municipio, Mauricio Ortiz, el balance es muy positivo, ya que logró llamar la atención de los turistas hacia Espinal, muestra de ello es que en los conciertos que se organizaron este fin de semana, asistió un promedio de 10 mil personas.

Igualmente, calificó de “impresionante”, la participación masiva de visitantes en este desfile, y agregó que este es el resultado de trabajar año tras año, por dar lo mejor de la cultura a propios y visitantes.

“Creo que Espinal se está convirtiendo en una potencia turística, cultural y gastronómica. Es un municipio que le está diciendo a los inversionistas del país que aquí hay un potencial muy grande, que hay una ciudad que quiere crecer”, indicó el Burgomaestre.

Otro de los logros fue crear una estrategia que permitiera que tanto el comercio informal, como el formal tuvieran ganancias económicas de esta temporada, teniendo en cuenta que se debe esperar hasta diciembre para volver a contar con un gran movimiento económico.