Dannia Greys Moreno Ramírez, una guamaluna de 22 años, conquistó la cuarta corona del Reinado Nacional del Folclor para el departamento del Meta.

El jurado, conformado por la embajadora de Brasil en Colombia, María Elisa Berenguer; la folcloróloga Mónica Mercado y Alfonso Prada Gil, director General del Sena, no se resistió a la fuerza y el encanto de la cultura llanera, que en cada una de sus presentaciones logró representar con virtuosismo Dannia.

La joven llegó al cuadro de honor junto a las candidatas del Magdalena, Dannia Melissa Vásquez Ariza; Tolima, Daniela Andrea Olivar Vallejo; Bolívar, Yulibeth Pérez Hernández, y La Guajira, Massiel Cristina Cujía Fonseca, en quienes recayeron los títulos de virreina, primera, segunda y tercera princesa, respectivamente.

El veredicto presentado, tras un maravilloso recorrido folclórico por Colombia, ejecutado por la soberana 2015: Cindy Johanna Rodríguez, fue irrefutable. Si bien la señorita Tolima, Daniela Andrea Olivar, había generado un sentimiento especial entre el público, y algunos la daban como ganadora, debido a su talento y ejemplo de superación, dada su discapacidad auditiva, dejarla entre las finalistas, entre 18 candidatas, fue para sus adeptos una decisión acertada, en razón a que le faltó un poco para lograr ese mismo encanto alcanzado en la versión Departamental.

¡Soberana!

La nueva embajadora del folclor colombiano, Dannia Greys Moreno Ramírez, quien se define como una “llanera de raza fina”, dejó extasiado al público presente en la concha acústica Garzón y Collazos, con la manifestación ‘Llanera sí soy llanera’, en la que interpretó con precisión mandolina, bandola y cuatro.

En sus siete minutos, también evidenció su poder vocal, cantando un pajarillo, y su destreza como danzante de joropo, una habilidad que empezó a desarrollar antes de cumplir cinco años.

La cuarta soberana del ramo del Meta, luego de Flor Alba Gómez Jaramillo (1964), Alix Liliana Vargas Luna (1987) y Eidy Viviana Forero (2008), es bailadora profesional desde hace más de 17 años, y hace cuatro incursionó en los instrumentos y en el canto.

Actualmente, esta gestora cultural es la reina Internacional de la Cachama, título que obtuvo hace un mes en Puerto Gaitán, Meta.

Es técnica en Documentación y registro de operaciones contables, con estudios profesionales en Administración Financiera de la Universidad de los Llanos, y se desempeña como instructora de danzas, adscrita a la secretaría de Cultura, Deporte y Educación de Acacías.

Dannia Greys, desde que arribó a la capital tolimense venía a cuestas con una fuerte responsabilidad, puesto que anualmente su Departamento se destaca dentro del ramillete real, y su objetivo era igualar o superar a sus antecesoras.

“Con la fe en Dios y pidiéndole que se hiciera su santa voluntad, porque él es quién decide, hoy puedo decir que es todo un placer para mí ser la Reina Nacional del Folclor, y poder difundir mi cultura llanera y llevarla para que todo el mundo lo conozca”, fueron las primeras palabras que dio la beldad, entre lágrimas.

Obtener la corona, aseguró, es la recompensa de hacer las cosas con “pasión y amor para la gloria de nuestro Señor Jesucristo”, sentimientos que logró exteriorizar para “transmitir al jurado y convencerlo de que vivo por y para el folclor”.

Su triunfo, en una carrera en la que cuenta con el apoyo de sus hermanas, también bailadoras de joropo, y sus padres, David Gonzalo Moreno Parra y Myriam Ramírez Reyes, quienes siempre la han llamado “la reina de la casa”, se lo atribuye a todos los ángeles, como se refiere a sus bailarines y directores que han sido vitales en sus preparación, en este caso, a la Academia Cabrestero, al grupo musical Bucare, a su coreógrafo Sebastián Sanabria y al director musical Duván Rodolfo Uscátegui.

“Siempre he dicho que cada una de las personas que Dios pone en mi preparación es un angelito y hoy les doy las gracias, porque si es cierto tan solo se necesita la voluntad para poder hacer las cosas, uno tiene que agarrarse de esos ángeles para alcanzar las metas”, expresó al dedicarles su victoria, al igual que lo hizo a su madre, la musa que le enseñó el amor al Llano.

“Es un placer poderles decir que de la Puerta del Llano se pudo obtener la corona, que hemos venido anhelando a través de tantos años.

“Con orgullo apenas pueda quiero decirle a mi Departamento ‘Lo logré. Gracias por la confianza y aquí les demuestro que sí se puede, que solo con ganas se hacen las cosas’”, argumentó despidiéndose de los tolimenses a ritmo de pajarillo.