Suboficial del Ejército desmiente abuso de autoridad en el Cantón Pijao

ARCHIVO – EL NUEVO DÍA
El hecho, que aparentemente se presentó a finales de enero de este año, habría impedido el ascenso al grado máximo de los suboficiales en el Ejército.

Seis meses después de haberse publicado una noticia, edición del lunes 31 de enero, titulada “Denuncian abuso de autoridad en el Cantón Pijao contra un menor”, el sargento primero Yon William Carvajal Restrepo se defiende de los hechos que dio a conocer  en su contra Avelino Algecira Murillo, militar retirado y padre de un menor, los cuales señalan que, al parecer, el joven, luego de ingresar a la unidad militar el pasado 27 de enero, para solicitar una cita médica en el dispensario, a la salida fue abordado por el suboficial, quien le pidió que se quitara un pantalón camuflado  que llevaba porque estaba irrespetando a la institución.

 


Las declaraciones

 

Algecira Murillo dijo a EL NUEVO DÍA lo siguiente: “Llevé a mi hijo al dispensario para que sacara cita médica y odontológica, lo dejé ahí y salí a trabajar con el taxi; después de que a mi hijo le asignaron las citas que eran para mi esposa, Luz Marina Jaimes, allá se encontró con un amigo de él llamado Óscar S. R., también menor de edad. Mi hijo vestía un pantalón camuflado ya obsoleto o descontinuado, tenis blancos y buso negro.

 

En el momento de cruzar por la guardia -con el amigo- el señor sargento primero Carvajal le dijo ‘quítese el pantalón porque usted viene a empayasar” el Batallón’, asegurando que si no se lo quitaba, él se lo quitaba por la fuerza y que se tenía que ir en calzoncillos para la casa”, acotó.Así mismo, Algecira afirmó que el joven entregó la prenda al uniformado y llegó llorando a su casa, ubicada al Sur de la ciudad.

 

Por lo tanto, el padre del afectado radicó un documento en la Procuraduría Regional del Tolima para que investigara.A su turno, el coronel Julio César Prieto, comandante de la Sexta Brigada del Ejército, dijo que no tenía conocimiento del hecho y que “una vez los afectados presenten la respectiva queja ante el Comando de la Sexta Brigada o la misma Procuraduría remita, si considera pertinente, por competencia la denuncia, se adelantarán las investigaciones pertinentes que permitan determinar si hubo o no la violación de la parte disciplinaria”. 

 


El suboficial Frente a estas acusaciones, el sargento primero Yon William Carvajal Restrepo explicó que el suceso se produjo al ingreso y no a la salida, como manifestó el exsoldado profesional y exconductor del Batallón de Servicios Avelino Algecira. Así mismo, refirió que el pantalón fue dejado por el joven sin ninguna presión.

 

“Los hechos sucedieron cuando el joven ingresaba al dispensario a sacar una cita para su señora madre, esto fue aproximadamente a las 7:15 a.m. del 27 de enero, portando un pantalón camuflado, el cual se encuentra en la oficina jurídica como prueba; se le manifiesta que el uso de esas prendas es exclusivo del personal militar.

 

Se procede a decomisárselo, llevándose él mismo sus pertenencias en una pantaloneta tipo bermuda negra que llevaba debajo del uniforme, y que le llegaban hasta abajo de las rodillas, no eran pantaloncillos, y éste mismo (el joven), de manera desafiante, arrogante y vulgar ingresa a su diligencia, saliendo más o menos a la media hora, tratándome como quería: me señalaba inclusive que si la correa también me la dejaba, se burla de mí y con la correa en la nuca sale sin llorar, contrario a lo que manifiesta su padre”, sostuvo. 

 

El suboficial además relató que luego del inconveniente, a las 9:10 de la mañana, se presentó en el recinto de la guardia del Cantón Militar Pijao, “en su vehículo de servicio público tipo taxi de placa WTQ 125 de Ibagué, el señor Avelino Algecira Murillo y en una actitud desafiante y agresiva, igual a la de su hijo, me ultraja verbalmente manifestándome que yo con esa cara de ladrón que tenía le había robado un pantalón camuflado tipo americano pinta vieja que portaba su hijo cuando ingresó al Cantón a apartar una cita médica, manifestándosele que el camuflado quedaba decomisado, ya que era de uso privativo de las FF.MM.”.

 

Igualmente, el Sargento aseveró que la suboficial de requisa trató de calmar a Algecira pero fue en vano, que un soldado intentó sacarlo de la guardia y que él (Carvajal) les dijo que lo dejaran hacer lo que quisiera, que “lo cortés no quitaba lo valiente”; al tiempo que declara que un video grabado por la cámara de la guardia registra el hecho en donde se puede corroborar el incidente. 

 

“Sería absurdo, ilógico e irracional que con 23 años de servicio, por mi grado y cargo, fuera a tomar actitud como lo manifiesta el denunciante, cuando lo único que se hace es cumplir con las consignas registradas en la minuta de guardia, así como las órdenes emitidas por el Comando del Batallón y Brigada, las cuales no son más que control y supervisión del material que ingresa o sale del Cantón Militar; dejo como testigos al cabo tercero Fabio Pérez Gutiérrez, cabo de guardia; cabo tercero Leidy Carolina Gaviria, suboficial de requisa, y soldado campesino Cristian Camilo Cardozo Orozco, quien se encontraba de número de guardia”.

 

Las consecuencias

 

El uniformado aseguró que esta situación perjudicó significativamente su trabajo, a tal punto que no logró el ascenso a Sargento Mayor.“Esto generó asuntos disciplinarios para conmigo por parte de la Procuraduría Provincial de Ibagué y Oficina de Instrucción del Batallón de Servicios.

 

Ha afectado mi hoja de vida y produjo mi llamamiento a calificar servicios en la institución, frustrando mis sueños de llegar al máximo grado en mi carrera, aparte de que mi nombre quedó en tela de juicio, sin contar con las críticas y comentarios malintencionados que han perturbado mi tranquilidad personal”.

 

“Me encontraba postulado para ascender a Sargento Mayor en el mes de septiembre, aparte de que estaba aplazado desde el mes de marzo, cuando me dieron la noticia de que no había salido en la lista, entonces indagando el único inconveniente que he tenido en mi carrera militar ha sido este altercado con un soldado también pensionado, quien no se por qué no entregó sus prendas cuando se retiró y sí puso a sus hijos a que las porten ‘empayasando’ a nuestra institución.

 

Cuando uno se retira lo primero que hace es entregar toda evidencia, prendas militares; ese fue uno de los motivos por los cuales no fui llamado; invito a que el personal que se desvincula haga entrega de sus prendas y no ridiculicemos a nuestra institución”. Aunque el Sargento continúa en la institución, manifestó que estará activo hasta el próximo 30 de agosto.

 

 â€œQuienes no estábamos postulados para ascender nos dijeron que por solicitud propia deberíamos retirarnos o si no nos llegaba por determinación del Comandante de la fuerza; el 30 de agosto fue la fecha que pedí para el retiro, ya no hay nada qué hacer”, finalizó.

Credito
DORIS ROJAS

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