Al mejor estilo de un bingo tendrán que sortearse los funcionarios de la sede administrativa de Comfatolima, los cupos en el parqueadero, toda vez que la infraestructura no cuenta con la capacidad para albergar los vehículos de todos los trabajares y parte de los visitantes.

El proyecto inicial fijó la construcción de 76 parqueaderos; de hecho en la licencia de construcción aprobada por la curaduría Uno se estableció que la nueva edificación contaría con 42 parqueaderos privados y 34 destinados a los visitantes.

Sin embargo, en la parte resolutiva de la licencia expedida por la curaduría Dos, se señalaba que los parqueaderos serían 48, de los cuales 37 eran para visitantes y 11 privados.

De todas formas, el número de sitios de estacionamiento construidos no es suficiente, ya que por ley la sede debería tener 101.

Por ello, la Secretaría de Planeación expidió una resolución para que la caja pagara el 25 por ciento por compensación, pero esta dependencia terminó derogando el documento y exonerando la retribución.

Nelson Norbey Quintero, director de Comfatolima, por su parte, confirmó que finalmente se construyeron 76 parqueaderos, de los cuales 42 serán para los propietarios o arrendadores de los locales comerciales; el resto se distribuirá entre el personal de la empresa y los usuarios.

“Se nos congestionó”
La poca capacidad en los parqueaderos de Comfatolima también afectó al del centro comercial Plazas del Bosque. Los sitios de estacionamiento se congestionaron, lo que obligó a la administración a cobrar por el cuidado de los carros.

Sumado a ello, los dos carriles de la calle 69 permanecen con vehículos de quienes acuden a las instalaciones de la caja de compensación. “La zona destinada para el estacionamiento de carros, así como los alrededores del centro comercial se llenaron de vehículos de los trabajadores y de los visitantes de Comfatolima; entonces nuestros usuarios e incluso las personas que laboran acá no tenían donde parquear.

“La administración determinó hacer un filtro para controlar el ingreso de carros, por eso empezamos a cobrar por el servicio”, expresó Juan Manuel Niño Ballesteros, administrador de Plazas del Bosque.

El proceso
El 8 de mayo del 2006, Camilo Murilllo Santos, quien para la época era el representante legal de Comfatolima solicitó ante la curaduría Uno, la licencia para edificar la sede administrativa de la entidad.

“La edificación proyectada es para una sede administrativa, la cual corresponde a un uso institucional de cobertura regional. Los proyectados estarán destinados a usos comerciales, la cafetería corresponde a un uso comercial de cobertura urbana y el gimnasio y el spa corresponden a un uso institucional recreativo.

“Según la matriz de uso del plan de Ordenamiento Territorial, acuerdo 116 del 2000, estos usos son compatibles con el principal de la avenida Ambalá”, indicaba la resolución.

Murillo, en su calidad de director, solicitó el 29 de junio de 2006, ampliar los términos de la licencia para presentar las correcciones efectuadas al proyecto.     Luego, el 5 de junio del mismo año, se pidió la suspensión de los términos, por cuanto una de las observaciones era tramitar la licencia de urbanismo del predio.

La Curaduría entonces suspendió los términos el 11 de junio de 2006, para que presentaran las observaciones hechas en el expediente.

El 22 de febrero de 2007, la curaduría Uno expidió la resolución 73001-1-07-0041: ”Otórgase licencia a la caja de compensación familiar del Tolima Comfatolima para adelantar la construcción de una edificación en seis pisos y dos sótanos, destinadas a una sede administrativa, spa, gimnasio, cafetería, tres locales comerciales, un auditorio, 42 parqueaderos privados, 34 parqueaderos para visitantes”.

Para el 24 de noviembre de 2008, Comfatolima pidió una modificación a la licencia de construcción, pero en esa oportunidad la curaduría Uno hizo varias observaciones de carácter legal, urbanístico y arquitectónico (ver recuadro); estableciendo que el solicitante contaría con un plazo de 30 días hábiles para presentar las correcciones.

El 9 de julio de 2009, la curaduría Uno prorrogó el plazo de la licencia por un año, y el 4 de septiembre del mismo año la caja de compensación solicitó licencia de construcción para efectuar la modificación arquitectónica y estructural de la edificación, en una área a construir de 3.970 metros cuadrados. Pero esta vez lo hizo en la curaduría Dos y la representación legal ya estaba a cargo de Nelson Norbey Quintero.

Esta curaduría levantó el acta de observaciones el 21 de octubre de 2009 y el 14 de diciembre amplió el plazo por un término de 15 días hábiles para que anexen los documentos relacionados en la modificación hecha el 4 de septiembre.

Cumplidos estos procesos la curaduría Dos resolvió, el 29 de junio de 2010, otorgar la licencia de construcción de los seis pisos y dos sótanos destinados para la sede administrativa de la caja de compensación.

Aunque, como se indicó anteriormente, existe una incongruencia entre el número de parqueaderos aprobados por la curaduría Uno y la Dos.

¿Tenían hacer pago por compensación de parqueaderos?
La Secretaría de Planeación expidió el 3 de febrero de 2009, una viabilidad para compensar el 25 por ciento de parqueaderos.

“Conceder viabilidad para el arquitecto Alejandro José Monroy Montalvo, jefe de vivienda de Comfatolima constructora del proyecto arquitecto, 'Sede Administrativa de la Caja de Compensación familiar del Tolima, Comfatolima', ubicada en la avenida Ambalá con calle 69 esquina, compense en dinero efectivo lo equivalente al 25 por ciento de los 101 exigidos por la normativa vigente”.

El curador urbano mediante el certificado 0150 del 23 de febrero de 2010 certificó:
”El acuerdo municipal 001 del 11 de enero de 2006, por medio del cual se autoriza la compensación en dinero de parqueaderos en la ciudad de Ibagué y se dictan otras disposiciones, establece que en un tratamiento de mejora integral se pueden compensar hasta el 50 por ciento de los parqueaderos requeridos conforme a la normativa general de usos del suelo, construcciones y urbanizaciones”.

Hasta ese momento Comfatolima debía hacer un pago por compensación de parqueaderos, de hecho el 3 de febrero de 2009, la Secretaría de Planeación en su resolución 0016 dio la viabilidad.

”Conceder viabilidad al arquitecto Alejandro José Monroy Montalvo para que compense en dinero efectivo lo equivalente al 25 por ciento de los 101 exigidos por la normatividad vigente”.

El 28 de mayo de 2010, la Gestora Urbana autorizó el acuerdo de pago con Comfatolima. ”Dando cumplimiento a lo acordado en la junta directiva del día 27 de mayo de 2010, se aprobó el financiamiento a Comfatolima, para cancelar el valor de 150 millones de pesos, correspondientes al pago por compensación de parqueaderos en la siguiente forma.

“Treinta millones de pesos a la firma del acuerdo de pago y valores iguales de 30 millones para los días 30 de junio de 2010, 30 de agosto de 2010, el 29 de octubre de 2010 y en diciembre de 2010, valores a los que se le debe incluir los intereses legales vigentes”.

El 28 de junio del año pasado y bajo la resolución 0086, la Secretaría de Planeación revocó el pago por compensación de parqueaderos, por parte de la caja de compensación, porque la sede administrativa tendría un uso de equipamiento colectivo de bienestar social y el cálculo para determinar el número de parqueaderos se hizo como si la edificación fuese de carácter comercial.

“Comfatolima, solicita se revoque la resolución 0016 del 3 de febrero de 2010, conforme lo ordena el artículo 73 del Código Contencioso Administrativo, debido a que por ser un uso de equipamiento colectivo de bienestar social se calculó sobre una tabla diferente”.

En efecto, Planeación efectuó de nuevo el cálculo de parqueaderos privados y de visitantes, pero esta vez sólo incluyeron en el área a construir de los seis pisos, mas no de los dos sótanos.

 “Los requerimientos de parqueo para el proyecto pretendido es: 26 privados y 13 de visitantes para un total de 40.

“La construcción cuenta con disponibilidad d 39 parqueaderos privados y 37 para visitantes, para un total de 76, por lo que no es necesario compensarlos”, resolvió Planeación en su resolución 0086 del 28 de junio de 2010.

Lo único claro en esta situación es que tanto los trabajadores y los usuarios de la caja de compensación tendrán que “meterse la mano al bolsillo”, si quieren que les cuiden el carro en un lugar seguro; de lo contrario les queda como opción invadir la calle 69 y exponerse a que la grúa o la delincuencia, hagan de las suyas.

¿Qué dijo Comfatolima?
Frente al tema de incapacidad de los parqueaderos, Nelson Norbey Quintero sostuvo: “Cuando se empezó a trabajar en el proyecto, el mismo iba a tener unos parqueaderos y un área para gimnasio. Pero, una vez iniciado el análisis financiero para saber cuánto costaba la construcción, nos dimos cuenta que la caja no tenía recursos suficientes,  entonces se hicieron unos apalancamientos financieros, uno de ellos fue establecer un local comercial grande; por eso se hicieron unas modificaciones al diseño estructural y arquitectónico.

“Desde ese momento nos exigieron unos parqueaderos para el uso comercial, lo que implicó que se quitaran algunos estacionamientos que tenían como destino el uso para visitantes y funcionarios, ya que la persona que compró el local exigió que le vendieran unos parqueaderos.

“Se construyeron 76 parqueaderos, de esa cifra se dejaron 42 para uso privado, es decir para los locales comerciales y de los 34 restantes 20 son para los trabajadores y 14 para visitantes.
“A los trabajadores les tocará sortearse a diario el cupo para guardar el carro, porque no hay más espacio”, añadió.

En lo que respecta al pago por compensación de parqueaderos, Quintero argumentó que, después de un análisis, Planeación determinó que no se tenía que hacer tal contribución.
”Nos habían exigido unos parqueaderos, pero se hizo un requerimiento a Planeación y ellos     volvieron a revisar la parte técnica. Como hicimos algunos cambios en el uso de ciertos locales, esta dependencia nos autorizó no pagar la compensación. “No se construyeron más parqueaderos porque el lote no daba y hacerlos subterráneos era muy costoso”, concluyó.

Observaciones urbanísticas y arquitectónicas
Algunas de las observaciones hechas por la curaduría Uno el 17 de diciembre de 2008 fueron:
1. Falta presentar localización de andén, calzada, antejardín, aislamientos.
2. Falta presentar planta de cubierta y la del sótano dos
3. Al hacer cambio de oficinas locales, requiere revisar el cumplimiento de parqueos mínimos tanto privados como de visitantes y minusválidos, debido a que la actividad genera requisitos diferentes, tener en cuenta lo establecido en el artículo 134 del acuerdo 009 de 2002. Existe la posibilidad de compensar, si es el caso, para lo cual debe presentar viabilidad expedida por el departamento administrativo de Planeación Municipal y avalúo comercial.
4. Definir qué tipo de uso habrá en la bodega planteada en el sótano uno, porque podría requerir de zona de cargue y descargue, para lo cual no hay espacio disponible.
5. En plantas arquitectónicas se evidencia que se hace una modificación a la distribución del perfil vial generando una bahía vehicular, por lo cual retrocede la edificación para mantener el andén y el antejardín u obtener la licencia respectiva de intervención en espacio expedida por Planeación Municipal.